De la Redacción de El Litoral [email protected] El juez penal Jorge Patrizi dictó la prisión preventiva para Cristian Gastón Carpenzano, un convicto de 24 años que fue apresado el lunes tras intentar matar a tiros a un conocido, con el que tenía una vieja disputa. El hecho delictivo ocurrió el 12 de septiembre a las cinco y media de la tarde, en un local de venta de ropa de la avenida López y Planes al 4100, en el centro de Barranquitas. La víctima, Natan Joel Bracamonte, circulaba por la avenida cuando al advertir la presencia de Carpenzano buscó refugio en el comercio. “Te voy a matar a tu hijo y te voy a violar a tu hija”, fue la advertencia que Carpenzano le hizo a la señora Díaz, madre de Bracamonte, el año pasado antes de quedar preso por otro delito. Este lunes la amenaza se volvió a repetir, cuando antes de abrir fuego contra su humanidad le dijo: “Esto es porque tu mamá nos mandó re en cana”. Afortunadamente los disparos -al menos cuatro- no hirieron gravemente al perseguido; no obstante terminó en el hospital Cullen producto de un impacto de bala en su hombro izquierdo que no revistió gravedad. Condena previa El imputado estuvo tras las rejas diez meses purgando una condena por otro delito. Ingresó el 25 de octubre de 2015 y salió el 25 de agosto último, apenas dos semanas antes de volver a caer detenido. Si bien estaba cursando una libertad asistida, no tuvo reparo en volver a delinquir y eso fue valorado por el juez Patrizi a la hora de rechazar las alternativas propuestas por el abogado de la Defensa Pública, Lisandro Aguirre. La fiscal de la Unidad Especial de Homicidios, Cristina Ferraro, acusó a Carpenzano el miércoles por el delito de “homicidio calificado por el empleo de arma de fuego en grado de tentativa” y solicitó se imponga la prisión preventiva; al tiempo que se opuso a las alternativas mencionadas por la defensa. Parte de la discusión de hoy pasó por saber si efectivamente fue Carpenzano quien abrió fuego contra Bracamonte, dado que el acusado negó enfáticamente el hecho diciendo que al momento de su detención se encontraba tomando mates con su novia, un primo y una amiga. Al hospital El juez saldó la cuestión reconociendo que Bracamonte “ve a Carpenzano y se mete en el local a pedir auxilio” y que resulta “ilógico” que lo señalen a él si el verdadero agresor es otra persona, puesto que lejos de alejar el peligro quedarían nuevamente expuestos a otro ataque. También descartó que los testigos hayan pasado por alto el detalle de la falta de un ojo -izquierdo-, porque según el propio Bracamonte, su agresor llevaba puesto lentes para sol cuando bajó de una moto para ajusticiarlo. Por último, el juez Patrizi accedió a un pedido de la defensa pública, para que Carpenzano sea trasladado al hospital Cullen para su tratamiento, dado que tiene un disparo de arma de fuego de larga data alojado en la columna y esto podría poner en riesgo su vida en el futuro.