Tres mujeres, de entre 24 y 25 años, que regresaban de una fiesta en el Santa Fe Rugby Club fueron víctimas de una vieja modalidad delictiva en la autopista Santa Fe-Rosario, a la altura del peaje de Santo Tomé. El automóvil en el que se conducían de pronto colisionó contra un "muro" de ladrillos retak que habían sido colocados a lo ancho de toda la autopista.
Apenas unos minutos antes una mujer de 50 años que circulaba en otro vehículo junto a su madre, de 80, habían caído en la misma "trampa".
"Eran cerca de las 3,30 y nosotras veníamos circulando despacio porque en ese momento estaba diluviando", dijo hoy una de las jóvenes en diálogo con El Litoral.
"De pronto vemos que en medio de la autopista había una fila como de piedras blancas muy grandes(después supe que eran ladrillos retak), las que cubrían todo el ancho del camino. Mi amiga manejaba y alcanzó a pegar un 'volantazo'. Igual sentimos el golpe tremendo de los neumáticos. Enseguida dijimos 'rompimos todo'.
"Después vimos que delante nuestro había otro automóvil accidentado. Adentro había dos mujeres, una madre y su hija. Nos bajamos y vemos que las ruedas de los autos estaban destrozadas por el impacto".
"Eramos todas mujeres bajo un diluvio y en medio de la oscuridad. Ya en ese momento comencé a sentir mucho miedo".
"Nos volvemos a subir a los autos y al toque llamamos al ACA y a la seguridad de la autopista. También llamamos al 911. Les mandamos la ubicación que teníamos".
"La confusión de ese momento era tremenda. El miedo también. De pronto siento que alguien abre la puerta. Cuando reacciono veo un tipo al lado mío que me está apuntando con un revólver. También veo del otro lado a mi amiga que otro hombre la estaba encañonando.
Se nos tiraron encima y nos empezaron a gritar para que les demos todo lo que teníamos. Nos amenazaban que nos iban a matar. Fueron unos minutos terribles hasta que se llevaron las carteras de todas y se fueron. Después supe que a las mujeres del otro vehículo les habían hecho lo mismo".
"Pasaron unos 10 minutos que seguimos solas y aterradas. Los primero que aparecieron fueron los de seguridad de la autopista. Nosotras estábamos todas en shock. La policía tardó más de una hora en venir", se quejó.
Por último la joven reflexionó y dijo que hubo tres momentos en la noche donde pudieron perder la vida.
"Todavía sigo en shock, estoy sin dormir pensando en que nos pudimos matar. Primero al chocar los ladrillos; después porque otro vehículo nos podía chocar a nosotros y finalmente porque estuvimos a merced de esos malvivientes. La verdad es que creo que la sacamos muy barata", sentenció.
Todo lo que siguió después estuvo en sintonía con esa noche maldita.
"Nadie se quiere hacer cargo de nada. Se tiran la 'pelota' unos con otros. Que a mí no me corresponde; que esa zona pertenece a tal jurisdicción, en fin… es todo un desastre", cerró.