San Juan: golpeado y condenado por "hacerse el stripper" frente a las vecinas
Se trata de Marcos Pereyra, detenido el domingo por exhibirse desnudo frente a sus vecinas en la localidad de Pocito. Este jueves lo condenaron a pegar 15 mil pesos, a no acercarse a las víctimas y a realizar un taller de género.
San Juan: golpeado y condenado por "hacerse el stripper" frente a las vecinas
Viernes 16.12.2022
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Última actualización 1:02
Marcos Pereyra compareció este jueves en Tribunales sanjuaninos. Los abogados Claudio Vera y Darío Caparros -sus defensores- y el fiscal Miguel Gay firmaron el juicio abreviado y acordaron la máxima pena estipulada por el delito de exhibiciones obscenas, que consiste en una multa en 15 mil pesos. Fue así que el juez de garantías Rodolfo Figuerola refrendó el acuerdo y castigó al hombre, que se desempeña como empleado minero, con esa suma de dinero.
También dispusieron medidas cautelares, como prohibirle acercarse a las denunciantes, y ordenó que se inscriba y participe del taller de Nuevas Masculinidades dictado por el Estado, cuyo curso sirve para cambiar las conductas de los hombres con respecto a la discriminación y la violencia de género.
Escándalo en el edificio
Pereyra terminó con el rostro desfigurado y con golpes en otras partes del cuerpo a raíz del escándalo que desató el domingo último en un consorcio de departamentos de la localidad de Pocito, San Juan. No está claro si esa noche se encontraba ebrio o bajo los efectos de alguna otra sustancia. Lo cierto es que se desnudó y llamó a la puerta a su vecina, quien se encontraba con una amiga en su departamento.
“Quiero hacer de stripper con ustedes, gratis”, les dijo, según la denunciante, quien quedó paralizada al ver al hombre complemente desnudo. “Me quede helada del miedo, no sabía qué hacer. Estaba como drogado. Y ella (por su amiga) me dice que le cierre la puerta y yo pegué el portazo”, relató una de las denunciantes. Ahí mismo llamaron a la Policía. Sin embargo, Pereyra supuestamente se marchó de ese departamento y fue a molestar a otra vecina, una anciana de 82 años. Esta otra mujer también se encerró y empezó a gritar.
Minutos más tarde, unos hombres atacaron a Pereyra, propinándole una tremenda paliza que le dejó los ojos morados y moretones en distintas partes del cuerpo. Efectivos policiales que llegaron al lugar debieron proteger al acusado y más tarde lo llevaron detenido.