Viernes 23.9.2022
/Última actualización 20:46
Dos hermanos de la ciudad de San Justo permanecen tras las rejas, acusados por la tentativa de homicidio de un vecino, el que resultó apuñalado en el pecho la semana pasada y se encuentra internado en estado reservado, en el hospital Iturraspe de la capital provincial.
El juez penal de Santa Fe, Luis Octavio Silva, ordenó la prisión preventiva este miércoles para Luis Daniel y Alexandro Damián Bravo, "Nano" y "Tata", de 29 y 21 años, ambos considerados coautores por el delito de "homicidio simple" en grado de tentativa, del que resultara víctima el Elías Grasponi, de 27 años.
La medida había sido solicitada por el fiscal de San Justo, Guillermo Persello, quien narró los hechos ocurridos el sábado 17 de septiembre, minutos antes de las ocho de la noche, en inmediaciones de la calle Enrique Rodríguez 2010, del barrio Reyes.
En el pasillo
Fue precisamente en un pasillo que comparten las familias Grasponi y Bravo, donde se produjo el altercado que terminó con uno de los involucrados con una puñalada en el pecho, debajo de la tetilla izquierda.
Ensangrentado, Grasponi entró a la casa de su madre en busca de ayuda, desde allí fue trasladado al Samco local y rápidamente derivado al Hospital Iturraspe de Santa Fe, donde fue operado y se encuentra intubado en terapia intensiva, en estado reservado.
Tras considerar "acreditada la coautoría material del hecho" el juez Silva hizo referencia a "una pelea entre los imputados" y sostuvo que "más allá de las agresiones mutuas, tenemos una persona cuya vida corre riesgo", en clara alusión a Grasponi. "Lo que puede estar en debate es algún tipo de legítima defensa", amplió, aunque dijo que ésto "no fue invocado" durante la audiencia.
Sin justificativo
Por otra parte, adelantó "que todo tipo de riña o pelea con agresiones mutuas no están justificadas" más allá de que deba "esclarecerse si el afectado se provocó la lesión con una caída" o, como sostiene la fiscalía, "resulta posible que quien le haya asestado la puñalada fuera uno de los dos imputados". Mientras tanto, "la coautoría de la tentativa de homicidio se encuentra acreditada", reiteró.
"Ya sea que el cuchillo haya estado en manos de Elías o de los imputados" lo ocurrido fue el resultado de "una pelea callejera de suma gravedad que, en caso de una condena, podría ser de ejecución en firme", completó el juez.
Durante la exposición de los hechos, el fiscal Persello se refirió a las declaraciones de testigos, puntualmente de la madre y una hermana del herido. La primera fue quien lo encontró ensangrentado, dentro de su casa solicitando auxilio; en tanto la segunda recordó que estaba adentro cuando se produjo "un griterío" y al salir pudo ver a su hermano envuelto en una pelea con los vecinos.
"Todos borrachos"
El fiscal reconoció que uno de los agresores -se refiere a Luis Bravo- "también presenta una lesión en el pecho, que podría ser producto de un arma blanca". Aunque con acusaciones cruzadas, ambas partes coinciden en que "todos estaban borrachos o drogados" y producto de ello, no queda claro cuál fue el desencadenante de la pelea. Mientras los Grasponi sostienen que los Bravo comenzaron a "decirle cosas" a Elías; los Bravo argumentaron que el joven regresó a los gritos diciendo que los iba a matar.
Puntualmente sobre la herida, los Bravo indicaron que en el tumulto Elías se cae y se hinca el cuchillo en la panza, versión que fue relativizada por la fiscalía.
Luego, la abogada defensora Virginia Segado planteó que "lo que se patentiza más es la situación de riña" y manifestó que "lejos de ponerlo en estado de vulnerabilidad, el hecho de haber estado alcoholizado o drogado lo potenció a Grasponi" a la hora de la pelea.
Segado marcó que sus pupilos "no tienen antecedentes" y propuso como alternativas la posibilidad de que ambos se muden del barrio, a casas de familiares en otros puntos de la ciudad, medida que fue rechazada por el juez Silva.
Personal de Comisaría Segunda y Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional XVI acudió el sábado 17 de septiembre, a las 19.50, hasta una vivienda de la calle Enrique Rodríguez al 2000, donde acababan de denunciar que un joven se encontraba herido por una gresca.
Cuando llegaron los patrulleros había un tumulto y una persona tirada en la vereda, con una herida cortante en su pecho. Pidieron la ambulancia y pronto el herido fue trasladado al hospital.
Señalados los involucrados, los policías fueron tras ellos, los cuales quedaron detenidos esa misma tarde. Ninguno de los dos negó haber participado de la pelea, sino que por el contrario, "manifestaron haber tenido un altercado con quien fue trasladado".