Por estas horas personal policial investiga un violento suceso ocurrido durante la mañana del viernes en barrio Cabal, el que terminó con un hombre herido de arma de fuego.
La víctima tiene 37 años. Resultó con heridas de bala en ambos miembros inferiores. El agresor escapó a bordo de una motocicleta.
Por estas horas personal policial investiga un violento suceso ocurrido durante la mañana del viernes en barrio Cabal, el que terminó con un hombre herido de arma de fuego.
Del caso en cuestión se tuvo noticias minutos después de las 6 cuando la Central de Emergencias 911 recibió una llamada dando cuenta de una persona que había sido baleada en Bernardo de Irigoyen al 6900, esto es, en jurisdicción de la Seccional 10ma.
En dicho lugar se halló a Salvador Ariel Mendoza, de 37 años, el que presentaba heridas de arma de fuego en ambos miembros inferiores, motivo por el cual se dispuso su traslado al hospital Iturraspe.
Los médicos que lo asistieron precisaron que el nombrado tenía una herida de bala con orificio de entrada y orificio de salida en el pie derecho, además de un impacto en el pie izquierdo.
Consultado al respecto Mendoza dijo que mientras se dirigía hacia un kiosco de 24 horas, un sujeto que se conducía en motovehículo se aproximó y sin mediar palabra alguna, le efectuó varios disparos para luego darse a la fuga. No obstante otras versiones sugieren que el agresor no actuó solo, sino que lo hizo junto con otro individuo.
Tras el ataque la víctima alcanzó a bajar del vehículo y se alejó unos metros en busca de auxilio. En ese recorrido dejó un extenso rastro de sangre en la calle.
Si bien el traslado al hospital se llevó a cabo en ambulancia desde Bernardo de Irigoyen 6900, los pesquisas, siguiendo las manchas de sangre, llegaron hasta calle Castañaduy 6800 donde se halló un Peugeot 206, de color gris, el que presentaba impactos de bala y evidencias de sangre.
Queda claro que el ataque tuvo una finalidad criminal. Uno de los balazos impactó, a media altura, en el vidrio de la puerta del lado del acompañante. Había otro impacto en la parte posterior del coche, a la altura de la tapa del baúl.
La simple observación de los orificios que quedaron en la estructura del automóvil, permite establecer que el o los agresores utilizaron un arma de grueso calibre.
Como es de rigor la escena fue preservada por los agentes de la Seccional 10ma. para la intervención de los peritos de la división Criminalística de la Policía De Investigaciones (PDI), con conocimiento del fiscal en turno.
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