Barrio El Pozo: una joven muerta en la calle, una fuga de presos y vecinos que viven aterrados

En estos días barrio El Pozo es lo más parecido a una caldera a punto de estallar. Como ejemplo vale mencionar lo ocurrido en las últimas horas: una joven que apareció muerta en plena calle (en la ciclovía de la playa Los Alisos); una fuga de presos desde la comisaría; enfrentamientos armados entre bandas y asaltos callejeros que ocurren a toda hora.

Los vecinos, a modo de defensa, se comunican a través de distintos grupos por redes sociales. Allí descargan su bronca por la situación, denuncian irregularidades, y reclaman ayuda. "Nos damos apoyo entre nosotros, porque desde las autoridades nadie nos escucha", aseguran ante El Litoral.

Joven fallecida

El miércoles a las 15 horas, cuando gran parte de la ciudad aguardaba la televisación de la "Finalíssima" entre la selección argentina de fútbol y su similar de Italia, el barrio se vio sacudido por una joven que fue hallada sin vida en la vía pública.

Tan dramático hecho ocurrió en la zona de la ciclovía de la playa Los Alisos, a la altura donde se ubica un asentamiento irregular.

Gran cantidad de policías llegaron al lugar como así también personal de emergencias que comenzó con sus trabajos de rigor. Tras las primeras averiguaciones se identificó a la víctima como Daiana Soledad P. La nombrada tenía 19 años y se domiciliaba en la manzana 21 de dicho complejo habitacional. El personal actuante inició un expediente como "Tentativa de suicidio".

Se procedió a resguardar la escena a pesar de la ofuscación de los familiares de la infortunada, los cuales se mostraron hostiles hacia el personal policial. Por tal motivo se solicitó colaboración de otra unidades, e incluso algunos agentes debieron resguardarse en una casilla.

Poco después se hizo presente en la sede policial un tal Matías Raúl G., de 22 años, domiciliado en el asentamiento de Los Alisos, quien dio cuenta que su mujer se habría ahorcado.

El caso quedó en manos de la fiscal Alejandra del Río Ayala quien dispuso la intervención de la Brigada de Femicidios de la AIC, como así de los peritos de Criminalística para los informes finales.

"El barrio es un infierno"

"La verdad que ya no se aguanta más vivir así... el barrio es una caldera. Los robos ocurren a toda hora, a los comerciantes, a las personas que van a esperar el colectivo; a los que salen del Chango Mas, etc.... El hecho de la chica muerta provocó varios incidentes después entre quienes viven en el asentamiento. Se gritaban todo tipo de acusaciones", dijeron los vecinos a El Litoral

"Después vino lo de los presos que se escaparon. Hubo que encerrarse porque decían que se podían meter en alguna casa. Hasta la noche los patrulleros estuvieron buscando por las villas pero no encontraron a nadie", agregaron.

"Los vecinos estamos acorralados por dos asentamientos ubicados atrás y adelante del complejo. Esas villas generan todo tipo de problemas. Se pelean, se agarran a los tiros, roban. Nuestros chicos no pueden salir ni a andar en bicicleta tranquilos. Vas a la comisaría y hay un solo policía con el patrullero roto."

Colón y Unión

Más adelante los sufridos habitantes del lugar relataron que sus padecimientos se agudizan durante los fines de semana, sobre todo cuando juega alguno de los equipos de fútbol de la ciudad.

"La plaza del barrio se convierte en un campo de batalla. De un lado banderas de Colón. Del otro lado banderas de Unión. Cuando no se pelean, se juntan para tomar alcohol y drogarse. La circulación de estupefacientes en el barrio es escandalosa. Todo ocurre delante las narices de la policía y nadie hace nada. Es un fuera de control total", apuntaron.

Por último dijeron que "acá para que te escuchen tenés que ir y cortar la ruta. Es la única manera que alguien nos escuche. Sin embargo eso tampoco se puede hacer. Porque hay muchos malvivientes que te identifican, y después van y te tirotean la casa o te la queman", sentenció.