Un joven de 25 años murió y su padre de 59 resultó herido como consecuencia de un violento ataque a balazos ocurrido este sábado, antes de la medianoche, en las calles de barrio San Lorenzo, en la zona sudoeste de la ciudad de Santa Fe.
"Es gente querible, tranquila, laburante", coincidieron los vecinos. Todo pasó frente a un kiosco, donde los peritos secuestraron luego varias vainas servidas de grueso calibre.
Un joven de 25 años murió y su padre de 59 resultó herido como consecuencia de un violento ataque a balazos ocurrido este sábado, antes de la medianoche, en las calles de barrio San Lorenzo, en la zona sudoeste de la ciudad de Santa Fe.
El episodio tuvo lugar en la cuadra de calle Amenábar al 3900, a metros de la esquina que se forma con calle Roque Sáenz Peña, en jurisdicción de la Subcomisaría 10a.
Según trascendió, las víctimas -que se domiciliarían en la misma cuadra- se encontraban en el frente de un kiosco. Algunas versiones indican que estaban sentados tomando algo, otras señalan que habían llegado hasta allí sólo para hacer compras.
Lo cierto es que en ese momento una moto pasó por el lugar, con dos sujetos a bordo. Quien viajaba como acompañante disparó al menos cinco veces hacia el padre y su hijo. Luego, el conductor aceleró y desaparecieron.
El calor se hacía sentir todavía, y eran cerca de las 23, por lo que había mucha gente en la vereda cuando ocurrió el ataque. Los vecinos que estaban adentro, comiendo o durmiendo, se sobresaltaron. "Con mi hija nos tiramos cuerpo a tierra cuando escuchamos las detonaciones. Fueron varias", contó una mujer.
La escena se llenó de personas que rápidamente llamaron a la Central de Emergencias 911. Aseguran que tanto los patrulleros como los médicos de emergencias demoraron más de media hora en llegar.
Finalmente, una ambulancia cargó a los dos heridos y los trasladó al Hospital José María Cullen, donde se constató el fallecimiento del más joven. Se llamaba Nicolás Osvaldo Ávalos y tenía 25 años. Un balazo había impactado en su cuello. Por otra parte, su padre, con un disparo de arma de fuego en su pierna izquierda, fue intervenido quirúrgicamente y quedó internado.
Los vecinos coincidieron al describir a las víctimas. Un hombre que vive cerca de donde ocurrió la tragedia contó que conoce a la familia desde hace años. "Trabajamos juntos con el papá y con el hijo en varias obras. Yo también soy obrero de la construcción. Ellos viven cerca, en la misma cuadra. Todos los conocemos. Es gente trabajadora, querible, tranquila. Nunca tuvieron problemas con nadie", aseguró.
"No sé si se equivocaron de personas. Acá se escuchan detonaciones todos los días y todas la noches. Y por ahí la liga alguien que no tiene nada que ver. Es el temor de todos los vecinos. La situación en el barrio está empeorando. Encima cuando llamás a la policía te dicen que no tienen móvil disponible. Anoche (por el sábado) los patrulleros demoraron media hora y la ambulancia otros quince minutos más. Había mucha indignación", contó este vecino, que estaba viendo televisión en su habitación cuando tronó el arma de fuego de grueso calibre.
Ya en horas de la madrugada, peritos del Departamento Criminalístico de la Policía de Investigaciones llegó al lugar del hecho.
En el rastrillaje incautaron cinco vainas servidas calibre 9 milímetros y una remera, entre otros elementos. Además, constataron que uno de los plomos había impactado en un banco de madera.
También se realizaron trabajos de fotografía y planimétricos.
Otra de las medidas que se llevan a cabo es la búsqueda de imágenes en cámaras de vigilancia públicas o privadas que puedan aportar datos de interés para la causa, que es llevada adelante por la Unidad Especial de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación.