Guillermo Daniel Maglianesi fue condenado a finales de junio a 6 años y medio de prisión por haber abusado de su pareja en 2019. Ahora, la Cámara de Apelaciones deberá resolver si confirma el fallo, modifica la pena o absuelve al empleado municipal.
Mientras la defensa apuesta a la absolución, tanto fiscalía como querella pretenden que la pena pase de 6 años y medio a 12 años de prisión.
Guillermo Daniel Maglianesi fue condenado a finales de junio a 6 años y medio de prisión por haber abusado de su pareja en 2019. Ahora, la Cámara de Apelaciones deberá resolver si confirma el fallo, modifica la pena o absuelve al empleado municipal.
Los camaristas Sebastián Creus, Roberto Prieu Mántaras y Bruno Netri revisarán la sentencia emanada por el tribunal de primera instancia (conformado por los jueces Rosana Carrara, Nicolás Falkenberg y Luis Octavio Silva). La misma fue recurrida tanto por el fiscal Matías Broggi y los querellantes Ignacio Alfonso Garrone y José Luis De Iriondo, como por el defensor particular Claudio Torres Del Sel.
Maglianesi fue condenado como autor de "abuso sexual con acceso carnal". En sus fundamentos, los jueces señalaron que la víctima se encontraba inmersa en un "círculo de violencia" cuando fue agredida el 14 de julio de 2019 en su departamento de Santo Tomé. En cuanto a la versión del acusado, que reconoció haber estado allí pero no el abuso, sostuvieron que a diferencia del relato de ella, "no tuvo corroboración con otros elementos objetivos".
El bloque acusador recurrió respecto al monto de la pena y solicitó que el mismo ascienda a 12 años de prisión. Mientras tanto, la defensa se centró en cuestionar la materialidad del hecho, señaló que "ocurrió, pero no de la manera por la que condenaron a Maglianesi" y solicitó la absolución, así sea por el beneficio de la duda.
Torres Del Sel centró sus planteos en que el tribunal de juicio no valoró los mensajes intercambiados entre su defendido y a víctima, ya que en el juicio "se instaló que mi defendido era prácticamente un narcisista, que era perverso…" y estos mensajes acreditarían "todo lo contrario". "El tribunal no se tomó el trabajo de ver las más de 3000 fojas con mensajes que fueron incorporadas como prueba", sostuvo.
También señaló que el encuentro en el departamento de la víctima el 14 de julio de 2019 "ocurrió, pero no de la manera por la que lo condenaron". "Dicen que ella lo había dejado y que él le suplicaba para volver, cuando era al revés", y señaló que esa tarde discutieron, que había "una relación tóxica entre ambos", pero que él no abusó de ella, alegando que la víctima mintió.
"La querella pretende que con los simples dichos de una mujer basta para condenar", criticó el abogado, y dijo que la mujer "denunció por odio" y no porque, como declarara, "se cruzó con él en la Municipalidad, él le tocó la panza y se rió".
Torres Del Sel pidió la absolución para Maglianesi, así sea por la aplicación del beneficio de la duda, y, subsidiariamente, que en caso de confirmar la condena la Cámara imponga la pena mínima (6 años). De hecho, respecto a los 6 años y medio de prisión que fueran ordenados por los jueces de primera instancia, mencionó "para aplicar una pena tan baja, entiendo que no han tenido la certeza absoluta".
El fiscal Broggi respondió que 12 testigos corroboraron lo declarado por la víctima, entre estos, 3 testigos expertos (psicólogos y psiquiatra), mientras que "la defensa realizó una análisis parcializado" de las pruebas. Por ejemplo, "se refirió a mensajes aislados".
Los jueces consideraron que "la víctima estaba inmersa en un círculo de violencia" del que "le costó mucho salir, incluso después de haber sido sometida sexualmente". Por esto la denuncia no fue inmediata. Y de hecho, lo que la motivó a hacerla fue que, días después del abuso se cruzó a Maglianesi en la Municipalidad, donde ambos trabajaban, y terminó con un ataque de pánico.
Respecto a los mensajes, el funcionario del MPA sostuvo que estos sí fueron valorados por el tribunal, sobre todo a la hora de señalar en qué contexto se dio la agresión y cómo la víctima había sido sometida a distintos tipos de violencia a lo largo de la relación.
En esa línea, los querellantes Alfonso Garrone y De Iriondo se refirieron a "la innumerable cantidad de estereotipos de género utilizados en los agravios de la defensa", y señalaron que a la víctima "en el debate la trataron de loca, de mentirosa".
Para ejemplificar, citaron frases del escrito defensivo, entre estas "que no fue valorada por el tribunal una captura de Facebook donde se la puede observar en marzo de 2020 disfrutando de unas hermosas vacaciones en Brasil". "¿Qué tendría que estar haciendo una víctima para comportarse como el prototipo ideal para la defensa?¿Estar encerrada?¿Tener intentos de suicidio?", cuestionó Alfonso Garrone.
A Maglianesi "lo pintan como un hombre de familia, que siempre la apoyó, incapaz de lo que se le acusa. La respuesta está en el fallo Scali, cuando el Dr. Fabio Mudry señala: ´Por poder, la violación es un acto de poder y de impunidad'". Para la querella esto termina de quedar claro con lo que le dice Maglianesi a la víctima tras el abuso, incitándola a denunciar.
Alfonso Garrone se refirió a la "falta de motivos" de la víctima para "sostener un proceso en el que atravesó desestimaciones, falta de protocolos por parte de la Municipalidad de Santo Tomé, e innumerables inconvenientes" durante el derrotero judicial. "Resulta valorable que una víctima, aun en esas instancias, continúe su marcha hacia tener lo que corresponde, una sentencia".
El bloque acusador solicitó que se confirme la sentencia de primera instancia en cuanto a la valoración del hecho, revocándose parcialmente respecto al monto de la pena, ya que consideran que ésta debería ser de 12 años de prisión.
Preso
Maglianesi llegó en libertad al juicio. Con la imposición de la condena, el tribunal ordenó la prisión preventiva, por lo que actualmente se encuentra tras las rejas.
"Injusto"
Al finalizar las exposiciones de las partes, Maglianesi declaró ante los camaristas: "Soy inocente, no hice nada malo, no merezco estar en prisión". Insistió en que los hechos no sucedieron como su expareja los denunció, que no hubo abuso, y sostuvo: "Soy una buena persona, esto es muy injusto".