En cuestiones de violencia, un centímetro más o un centímetro menos es la diferencia entre la vida y la muerte. Y esto fue lo que pasó con un joven de 20 años que recibió un balazo en su cabeza y vive para contarlo.
El protagonista es un joven de 20 años. Resulto herido por el roce de una bala a la altura de cuero cabelludo.
En cuestiones de violencia, un centímetro más o un centímetro menos es la diferencia entre la vida y la muerte. Y esto fue lo que pasó con un joven de 20 años que recibió un balazo en su cabeza y vive para contarlo.
El grave suceso ocurrió a media tarde del domingo en barrio Coronel Dorrego, más precisamente en la zona de French y Guemes.
La víctima, Luciano Bazán, manifestó que simplemente caminaba por el cantero central de dicho paseo cuando recibió el impacto del disparo de arma de fuego, sin proporcionar detalles adicionales sobre el contexto o posibles responsables.
El suceso fue informado por el personal del servicio de emergencias 107, quienes atendieron al herido y lo trasladaron al Hospital Iturraspe. Tras ser examinado se le diagnosticó una herida superficial producida por un rozamiento de bala en la zona del cuero cabelludo. Posteriormente, el joven fue dado de alta.
La investigación del hecho quedó en manos de la Agencia de Investigación Criminal, específicamente del Departamento Criminalístico, Región 1, bajo la supervisión del fiscal de Homicidios, Dr. Marchi.
En primer lugar, los investigadores se dirigieron a la Comisaría 8va donde se llevó a cabo un dermotest. Los resultados revelaron una herida superficial en el cuero cabelludo, lo cual coincide con el diagnóstico previo realizado en el Hospital Iturraspe.
Luego los agentes se trasladaron al lugar del hecho donde, tras realizar un minucioso relevamiento, no se encontraron indicios de interés que pudieran esclarecer el origen del disparo.