Un muchacho de 27 años fue brutalmente asesinado durante las primeras horas de este sábado en de barrio San Lorenzo, en el extremo suroeste de la ciudad de Santa Fe.
Catorce balazos terminaron con su vida. Es la segunda ejecución de tipo mafiosa en menos de 48 horas. Ambos crímenes ocurrieron sobre el mismo pasaje, a siete cuadras de distancia.
Un muchacho de 27 años fue brutalmente asesinado durante las primeras horas de este sábado en de barrio San Lorenzo, en el extremo suroeste de la ciudad de Santa Fe.
Se llamaba Brian Joel Roda y catorce disparos de arma de fuego terminaron con su vida en la cuadra de Uruguay al 3900, en jurisdicción de la Subcomisaría 10a.
El cuerpo agonizante del joven habría sido encontrado por su propia esposa, que corrió hasta una vivienda al escuchar las detonaciones. Según trascendió, Roda estaba tendido en el suelo de una de las habitaciones, junto a una cama.
Cerca de las 5 de la madrugada, arribó al Hospital José María Cullen un automóvil particular. Un grupo de familiares descendió con el cuerpo de la víctima para que los médicos la atiendan, pero no había nada por hacer porque los plomos habían hecho estragos en órganos vitales.
Pudo saberse que además de las heridas de arma de fuego, aparentemente el muchacho presentaba otras de arma blanca.
Menos de 48 horas antes, había sucedido a pocas cuadras, sobre el Pasaje Cervantes al 4600. La noche del jueves, Cristofer Gabriel Uriel Suárez fue atacado a tiros. Cuatro proyectiles impactaron en su cuerpo. Uno de ellos hizo blanco en la cabeza y le provocó la muerte.
Los episodios son investigados por la fiscalía de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación representada por el doctor Andrés Marchi. Los detectives tratan de determinar, entre otras cosas, si los hechos tienen vinculación entre sí.
El funcionario dispuso que se practique la autopsia correspondiente.
Los peritos de la División Criminalística de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) rastrillaron la escena del hecho ya con las primeras luces del sol y secuestraron vainas servidas de distintos calibres: dos .45, cinco .38, tres .22 y 10 9 milímetros, además de varios plomos y prendas de vestir diversa.
Las primeras versiones indican que habrían sido tres los agresores. Por el momento, no hay personas detenidas.
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