Preventiva para el ladrón que trató de violar a una niña de barrio Santa Rita
La mamá de la víctima emprendió la búsqueda a partir de la ropa que encontró al lado de la cama de su hija y que el delincuente perdió en la huida. Lo apresaron el martes y este viernes fue llevado a tribunales.
Los ilícitos fueron cometidos minutos antes de las 2:30 de la madrugada del jueves 30 de marzo, en una casa ubicada en Pasaje Aguiar al 9.700.
La Justicia dispuso la prisión preventiva sin plazo para el ladrón que el jueves pasado entró a una casa del barrio Santa Rita y mientras todos dormían intentó violar a una niña de 11 años. Los gritos desesperados de la pequeña despertaron a sus padres y ahuyentaron al agresor, que escapó desnudo por el vecindario.
Jonatan Manuel Otero (31) fue detenido este martes por la noche en zona de Aristóbulo del Valle y bulevar French, en el norte de la ciudad, gracias a una pesquisa que realizó la dueña de la casa asaltada y madre de la víctima menor de edad.
El delincuente entró por un pasillo y rompió el vidrio de la puerta del patio para ingresar a la casa.
El jueves pasado, horas después de que ocurrieran los hechos, la mujer relató a los medios que el delincuente ingresó a su casa rompiendo un vidrio de la puerta del patio, que alcanzó a sustraer dos celulares y una riñonera con dinero, y que estuvo a punto de abusar sexualmente de su pequeña de 11 años y que no lo hizo sólo porque la víctima gritó para pedir auxilio.
Grito salvador
"Ingresó a la habitación de mi nena, se desnudó, le tapó la boca y le pidió que se desudara", dijo todavía angustiada de sólo imaginar lo que podría haber sucedido. "Ella no le hizo caso, gritó y cuando salimos ya no estaba más".
La denunciante contó que hasta "le apagó el ventilador y el televisor para escuchar si nos despertábamos" y sostuvo que la niña "lo asocia con unos chicos que pasan a diario con una pala pidiendo limpiar el cordón cuneta".
"Lo que más me indigna y me da tanta impotencia es que le hayan hecho algo a mi hija. Me pongo a pensar… y por lo menos atinó a gritar porque sino la hubiese violado", cerró la entrevistada.
Lo encontró la familia
Pero tras esos momentos de impotencia, la familia se fijó en la ropa que el delincuente abandonó en su casa, a los pies de la cama de la pequeña, y comenzó a reunir datos para dar con él. Así fue que el martes, en horas de la noche, lograron encontrarlo junto a una mujer que sería su pareja, en inmediaciones de la avenida Aristóbulo del Valle y bulevar French y lo denunciaron al 911.
Este viernes Otero fue trasladado a tribunales, donde la fiscal Luciana Escobar Cello lo imputó como autor de los delitos de "robo, tentativa de abuso sexual con acceso carnal y amenazas" y solicitó la prisión preventiva, medida que fue dispuesta en el mismo acto por el juez Lisandro Aguirre.
Por Otero, la defensora pública Magalí Mazza solicitó medidas alternativas a la privación de la libertad, sin embargo, el magistrado consideró que se encuentran reunidos los elementos para que continúe el proceso tras las rejas.
De madrugada
Al término de la jornada, la oficina de prensa del Ministerio Público de la Acusación (MPA) emitió un comunicado a través del cual refirió que "el juez entendió que las evidencias presentadas eran suficientes" para ordenar la cautelar de máxima. "En cuanto a las calificaciones legales atribuidas, más allá de algunos planteos defensivos, el magistrado consideró que se trató de un caso de robo y que efectivamente hubo una tentativa de abuso sexual con acceso carnal", se agregó.
La fuente oficial resumió que los ilícitos fueron cometidos minutos antes de las 2:30 de la madrugada del jueves 30 de marzo en una casa ubicada en Pasaje Aguiar al 9.700, del barrio La Ranita.
"Una vez que estuvo adentro de la vivienda, sustrajo dos teléfonos celulares y una riñonera con 5.000 pesos", sostuvo el MPA. "Luego se dirigió a una habitación en la que había una niña, se quitó la ropa, le tapó la boca a la menor y le exigió que ella también se sacara su vestimenta. Le dijo que si no lo hacía, la mataría", se agregó.
De acuerdo con lo planteado por la Fiscalía, "a pesar de las amenazas, la víctima pudo gritar, y cuando lo hizo, el imputado se fue corriendo con los celulares y la riñonera que se había apoderado previamente".
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