Con una botella de "Fernandito" que contenía nafta encontró la policía a Daniel Roberto Sánchez la madrugada del 1 de octubre en barrio Cabaña Leiva, a tan sólo un par de metros de la casa de su hermana. Fue imputado por amenazarla con prender fuego su casa y este jueves quedó preso.
El juez Sebastián Szeifert dispuso la prisión preventiva al final de una desordenada audiencia, en la que Sánchez interrumpió reiteradas veces tanto la exposición de la fiscal Jorgelina Moser Ferro, como la de la defensa pública y la resolución del magistrado.
El imputado como autor de "amenazas" y "daño" declaró que la denuncia en su contra "es mentira, cómo voy a matar a mi familia", y aclaró en reiteradas oportunidades que la noche en cuestión "no tomé Fernandito, tomé fernet Branca".
"Matar a todos"
Según lo imputado por la fiscalía, la madrugada del domingo la hermana de Sánchez llamó a la Central de Emergencias 911 y recibió a la policía en su hogar, ubicado en inmediaciones de Pasaje Grandoli al 8300.
A los uniformados les relató que su hermano estuvo varias veces preso (fue declarado reincidente 4 veces) y que cada vez que sale de la cárcel la va a molestar. Ese día había pasado en reiteradas oportunidades frente a su vivienda, llamándola a los gritos.
La mujer sostuvo que alrededor de la 1.35, Sánchez comenzó a gritarle "que salga de la casa porque iba a prender fuego y los iba a matar a todos", mientras doblaba las rejas del frente de la vivienda y pateaba hasta romper un pequeño tapial que sostenía las mismas.
Por miedo, ella no salió, tras lo cual él arrojó nafta con una botella sobre la fachada de la casa. Tras entrevistarla, los uniformados salieron de la vivienda y encontraron a Sánchez a unos diez metros de la puerta. En sus manos tenía una botella de "Fernandito" que tenía líquido combustible en su interior, por lo que fue aprehendido.
La sede de los tribunales de Santa Fe. Foto: Luis Cetraro
Derrotero judicial
El martes fue trasladado hasta tribunales para la audiencia imputativa, pero previo a la realización de la misma Sánchez tuvo un altercado con algunos de los presos con los que compartía celda.
Tras la atribución delictiva, acordó un juicio abreviado que, debido a que posee múltiples antecedentes condenatorios, comprendía la pena de 6 meses de prisión efectiva. Sin embargo, este jueves desistió del abreviado "porque me quieren hacer firmar muchos papeles, yo quiero firmar uno nomás".
Entonces, las partes discutieron la prisión preventiva. La fiscalía basó su pedido de cautelar en los riesgos de fuga y entorpecimiento probatorio, sobre todo teniendo en cuenta que la víctima es su hermana. La defensa recordó que Sanchez "ha tenido tratamiento penitenciario y no ha recibido ni la reinserción social adecuada y las herramientas para la misma. Eso era obligación del Estado, que no cumplió".
El juez Szeifert hizo hincapié en que se trató de "un hecho sumamente grave", sobre todo teniendo en cuenta las consecuencias que podría haber acarreado, ya que la casa "no se prendió fuego por suerte". Consideró que existió violencia de género de parte de Sánchez hacia su hermana y valoró la existencia de riesgos procesales, por lo que ordenó que permanezca tras las rejas.
Además, analizando el comportamiento del imputado durante la audiencia, y a pedido de la defensa pública, el magistrado dispuso que sea evaluado por la Junta de Salud Mental, cuyo informe podría modificar la situación procesal.
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