“Ya no se puede confiar en nadie”, dicen en el barrio cada vez que un episodio de estas características pone en jaque la camaradería del buen vecino. Ocurrió este miércoles, en un local de ventas de quinielas de la Recoleta santafesina, cuando un cliente conocido aprovechó una insólita circunstancia para apoderarse del celular de la dueña del comercio.
La denuncia policial quedó asentada en la Comisaría 1ra. de calle 25 de Mayo y Primera Junta. Foto: Manuel Fabatia/Archivo
Eran las 16.10 cuando un hombre de 41 años ingresó a la Agencia Recoleta, ubicada en calle San Martín, casi esquina con Santiago del Estero y solicitó a la agenciera un extracto de la matutina. Como los números todavía no estaban cargados en el sistema, la dueña del comercio buscó la lista en su teléfono celular y se lo entregó a través del blindex de seguridad, para que el cliente pudiera tomar registro de las jugadas ganadoras.
Mientras tanto, la agenciera siguió atendiendo a otra mujer que había ingresado a realizar otras apuestas. En ese ínterin el cliente en cuestión comenzó a acercarse a la puerta de salida, hasta que en un momento salió a la calle y ya no se lo vio más.
Un “cliente habitual”
Desconcertada, la dueña del teléfono salió a la vereda y comenzó a buscar al sujeto, que sin tapujos se llevó el teléfono de un comercio donde se lo conoce como un “cliente habitual” y por lo tanto tienen nombre, apellido y número de documento, datos estos que constan en la denuncia policial.
Lo cierto es que el delincuente se llevó del lugar un teléfono Samsung S20 azul oscuro, con funda, el cual apagó apenas salió de la agencia; ya que en un primer momento, y tal vez creyendo en que pudo haber sido una confusión, intentaron llamar al número de la damnificada pero este se encontraba fuera de servicio.
Por el caso, la víctima radicó la denuncia en la Comisaría 1ra. donde narró lo ocurrido al sumariante de turno. Asimismo, se realizó la denuncia de robo ante la compañía de telefonía celular, a través de la cual fue bloqueada la línea sustraída.