Las partes del caso Trigatti consideran que el fallo puede "marcar un antes y después"
La querella y la defensa coinciden en ese punto respecto de la jurisprudencia, pero difieren diametralmente en cuanto a las consecuencias. El tribunal absolvió por unanimidad al profesor de educación física acusado de abusar sexualmente de alumnas de un jardín de infantes y los fundamentos se conocieron esta semana.
La imagen corresponde a agosto cuando se desarrollaba el juicio. Foto: Flavio Raina
Esta semana se conocieron los fundamentos del fallo judicial que absolvió al profesor de educación física Juan Trigatti que había sido acusado de abusar sexualmente de cinco alumnas del jardín de infantes Ceferino Namuncurá de la ciudad de Santa Fe. La fiscalía continúa analizando en profundidad el documento emitido el martes por el Tribunal, integrado por Pablo Busaniche -presidente-, Martín Torres y Cecilia Labanca. Mientras tanto, la defensa y la querella opinaron sobre la resolución y coincidieron en algo: el caso va a marcar un antes y un después en la jurisprudencia, pero se diferenciaron en cuanto al efecto que causará en las causas futuras.
"Tal como muchos esperaban, este fallo significará un antes y un después, en cuanto a la investigación y juzgamiento de los delitos contra la integridad sexual, en contra de docentes, en ámbitos educativos", advirtió Marcos Barceló, quien representa a Trigatti.
"El fallo comienza afirmando que lo hace bajo un triple paradigma de valoración, la perspectiva de género, de niñez y de víctima, en un caso en donde las víctimas son mujeres y niñas, y víctimas (en principio) de delitos de índole sexual. También valora que los dichos de las cinco niñas, se presumen veraces y 'debe considerarse que tienen derecho a que se les crea, y se las trate como testigos capaces, y que su relato se presuma válido y verosímil, siempre teniendo en cuenta la especial consideración a las dificultades probatorias que suelen tener este tipo de hechos que se juzgan", analizó el abogado.
El tribunal integrado por Cecilia Labanca, Pablo Busaniche -presidente- y Martín Torres absolvió al profesor por unanimidad. Foto: Luis Cetraro
"Y es a partir de esta premisa -agregó-, partiendo de la verosimilitud de las declaraciones de las niñas, que se debe cotejar el resto del acervo probatorio, para verificar la coherencia interna de los dichos, en cuanto congruencia de tiempo, modo y lugar, así como proceder a su debida corroboración externa, en cuanto valorar pruebas producidas en juicio que pudieran aumentar y/o disminuir la credibilidad de aquellos relatos".
"Y así lo hizo el Tribunal, en forma magistral. Y para verificar que esos relatos no estuviesen contaminados, inoculados, manipulados (voluntaria o involuntariamente) por adultos, y que los hechos relatados por las niñas, pertenezcan a la memoria episódica (hechos vividos), y no semántica (hechos no vividos), ha utilizado diversas herramientas de la ciencia de la psicología y del derecho, pero siempre con basamento en las reglas de la sana crítica racional, como método de valoración de pruebas, en procesos jurisdiccionales. Ha hecho especial hincapié el Tribunal, que de ninguna manera puede interpretarse que estas progenitoras han mentido o se han confabulado para armar una causa penal, sino que cada actor judicial ha hecho lo que ha podido con los recursos a su disposición", puntualizó.
"Finalmente, el fallo hace un fuerte reproche a los distintos organismos estatales que han actuado de una u otra manera, Fiscales, Policías, y Funcionarios de Equipos Estatales de Protección de la Niñez", apuntó Barceló.
Por su parte, la abogada querellante Carolina Walker Torres -que representa a la familia de una de las niñas- aclaró que con su equipo están estudiando en profundidad los fundamentos, pero que "en primer lugar, se evidencia una fuerte contradicción intrínseca en el fallo. Por un lado dice que los niños son creíbles, que las cámaras Gesell están bien tomadas, que los chicos no mienten, que los argumentos son sólidos en las cámaras Gesell pero por otro lado que en realidad los que sostienen son recuerdos implantados, inoculados por los adultos que en virtud del pánico social que se generó provocaron que sus hijos terminaron repitiendo lo que ellos decían".
"Es un fallo muy regresivo en cuanto a derechos de niñez. Va a traer muchas consecuencias negativas en el futuro. Sienta un precedente muy peligroso. Nosotros vamos a apelar el fallo, porque consideramos que violenta garantías constitucionales de niñas víctimas de delitos de este tipo y además genera una fuerte responsabilidad del estado que tiene una obligación de garantizar los derechos de niñez. Más allá del caso concreto, genera un antecedente muy peligroso, poniendo en duda la palabra de niños de entre 3 y 6 años. Incluso habla de esa franja etaria y dice que niños de esas edades son muy manipulables y de ahora en más cuando tengamos casos de niños abusados a esa edad vamos a entrar en la discusión de estos argumentos, con técnicas que ya hacía más de 20 años que no se utilizaban en nuestro país. Estamos regresando en el tiempo. De hecho, la última guía de buenas prácticas de Unicef, que es la que se utiliza para tomar las cámaras Gesell, advierte de esas técnicas que se utilizaron en este fallo y las rechaza. En realidad, las rechaza toda la comunidad científica internacional. Estamos trabajando en los recursos para la apelación. Entendemos que es un fallo que no se puede sostener en la Cámara de apelaciones. Y seguro que también vamos a recurrir a instancias internacionales para revocar este fallo, pero también por la declaración de responsabilidad del Estado por la violación de los derechos humanos de las niñas víctimas y el de sus familias", enfatizó la profesional.
Trigatti y su esposa, visitaron los estudios de CYD Litoral una vez conocido el fallo. Foto: Manuel Fabatía.
Esposa
La principal defensora de Juan Trigatti fue su esposa, Fernanda Deluca. Desde el primer minuto posterior a las denuncias, ella dio la cara. "Nos parece sumamente relevante como el tribunal valoró todas las pruebas presentadas -comentó-, reconstruyendo el contexto particular en el que se sucedieron las denuncias y cómo se procedió con una investigación deficiente y con fuertes indicios de parcialidad y connivencia entre actores del estado. Los fundamentos hacen un minucioso análisis sobre cada denuncia, deteniéndose especialmente en la que da origen a las demás, generada a partir del derrotero de una niña a quien su mamá no pudo creerle sobre un dolor en la zona inguinal ocasionado por un golpe, y la llevó a consultar a varios profesionales. A pesar de la confirmación del relato de la niña y la ausencia de cualquier indicador de abuso, la mamá continuó sospechando y realizó la denuncia. Se analiza también con mucha precisión, cómo la difusión de esta versión de un abuso por grupos de whatsapp, redes y medios de comunicación generó el pánico que llevó a realizar las otras cuatro denuncias".
"Por otra parte, (los jueces) realizan especial hincapié en el inadecuado abordaje del caso por parte de la Fiscalía y los organismos de investigación, quienes no preservaron los registros fílmicos del jardín como prueba fundamental. Cuestiona además la participación del servicio local de Niñez de la Municipalidad a pedido de la fiscalía, quien no sólo revictimizó a las niñas, sino que contribuyó a contaminar su relato, con el agravante de que en dicho organismo intervenía la abogada particular de la fiscal del caso y socia de la abogada querellante, situación que quedó demostrada en el juicio y sobre lo cual los magistrados ordenaron una investigación. Los jueces plantean, a su vez, una fuerte crítica a la fiscalía, por llevar a juicio el caso de una niña a pesar de contar con las pruebas que daban cuenta de que nunca tuvo clases presenciales con el profesor", remarcó la esposa del profesor.
Finalmente, brindó su parecer la mamá de una de las pequeñas alumnas del jardín. "Primero que nada quería agradecer por este lugar para poder expresar nuestro dolor, ya que muchos medios de comunicación no nos quisieron escuchar. Nosotras estamos muy tristes, muy dolidas ya que nuestras hijas no fueron escuchadas por la Justicia. Desde el primer momento le creí a mi hija y las demás madres también. Nosotras no hicimos más que acompañarlas durante este largo y duro proceso", dijo.
También señaló: "Nosotras no somos personas violentas. Simplemente, estamos reclamando justicia y vamos a seguir luchando hasta las últimas consecuencias para conseguirla. Lo merecen las niñas. A pesar de la burla que sufrimos el día de la sentencia, seguimos creyendo que tarde o temprano se va hacer justicia. Nosotras nos estamos organizando y preparando para la apelación. Más allá de que nos une el mismo dolor, estamos muy unidas, con mucha fuerza y mucha fe, aunque fuimos violentadas por la justicia, aunque le faltaron el respeto a las niñas. Estamos de pie. No nos van a callar y vamos a ir hasta el final. Aunque vaya preso el profesor, no va a sanar este dolor tan grande que sentimos, pero si nos va a dar un poco de consuelo saber que sí se hizo justicia", concluyó.
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