Un bebé de Santiago del Esteró ingresó a la guardia del Centro Provincial de Salud Infantil Eva Perón (CEPSI)el sábado por la noche. La madre, de 27 años, acusó que en un descuido su hijo tomó gasoil.
Ante la situación, la Justicia inició una investigación sobre la madre.
Un bebé de Santiago del Esteró ingresó a la guardia del Centro Provincial de Salud Infantil Eva Perón (CEPSI)el sábado por la noche. La madre, de 27 años, acusó que en un descuido su hijo tomó gasoil.
El estado de salud del niño es muy grave y se encuentra en la Unidad de Terapia Intensiva del hospital. Ante la situación, la Justicia inició una investigación sobre la madre.
Con apenas 14 meses, médicos del CEPSI Eva Perón debieron asistirlo ante el cuadro de envenenamiento que se habría producido en un descuido.
Según los dichos de la madre, que tuvo que declarar ante la policía en el centro médico, en la casa tenían una botella de combustible, el niño la tomó y bebió de ella.
Entre tanto, mientras la policía investiga, el niño continúa con la lucha por su vida.
El gasoil es un elemento altamente venenoso, como todos los hidrocarburos, y para intoxicarse no es necesario ingerirlo sino que basta con inhalar sus gases.
Tanto combustibles como querosén, mucho más común en cualquier casa, son del mismo grupo y muy peligrosos.
Los síntomas de este tipo de intoxicaciones suelen ser:
Además de estos síntomas, existen daños del sistema nervioso que se presentan con convulsiones, disminución de respuestas, somnolencia, andar deficiente y debilidad general.
El pronóstico de estos cuadros no suele ser positivo. Normalmente, las lesiones que genera el hidrocarburo en el tracto gastrointestinal y las vías respiratorias son irrecuperables y se genera muerte tisular, es decir que esos tejidos murieron.
Esta muerte tisular generada por esas lesiones puede llevar a la muerte del paciente no solo en los momentos inmediatos al envenenamiento sino también meses mas tarde.