Un santotomesino de 24 años quedó en prisión preventiva este jueves, luego de que le imputaran haber agredido a su pareja. La medida fue dispuesta por un plazo de 60 días, tras lo cual se reeditará la discusión.
Así lo resolvió el juez penal Pablo Busaniche, de manera excepcional, para que la investigación avance ya que la denunciante se refirió a hechos que constituirían delitos aún más graves.
Un santotomesino de 24 años quedó en prisión preventiva este jueves, luego de que le imputaran haber agredido a su pareja. La medida fue dispuesta por un plazo de 60 días, tras lo cual se reeditará la discusión.
Se trata de Facundo Nicolás Vega (24), detenido la madrugada del lunes en la vereda de su vivienda, en Santo Tomé. El juez Pablo Busaniche ordenó que permanezca en prisión preventiva hasta mediados de enero, mientras la investigación en su contra avanza.
La cautelar había sido solicitada por el fiscal Daniel Filippi, debido a la existencia del riesgo de entorpecimiento probatorio, teniendo en cuenta sobre todo que la víctima aún no ha declarado ante el MPA porque tiene miedo. El defensor público Lisandro Aguirre pretendía la libertad con alternativas.
En su declaración policial, la denunciante señaló que el sábado pasado fue a la casa de su pareja, en Córdoba y Pasaje Rosario, como solía hacerlo. Ese día "me empujó, dejándome una marca en la cara. Me apretó los brazos y dijo que no quería que me fuera, me pegó una piña en el estómago y en las costillas. Yo gritaba para que los vecinos me escuchen pero no me auxiliaron".
Por eso "esperaba a que sea lunes para irme, porque él tenía la llave". De hecho el domingo "me senté con él para explicarle que ya no iba a volver más, pero cuando le dije las cosas no lo aceptó y comenzó a decirme que era por otra persona". Entonces "forcejeamos, me agarraba las manos para poder desbloquear el celular y así revisarlo, casi me quiebra el dedo".
"Se lo dí, me pegó una cachetada en el brazo mientras me decía que ninguna minita tiene más fuerza que él", después "me empujó hasta la cama boca arriba, me puso la almohada en la cara para que no gritara y ahí me hizo sangrar la nariz".
Ya era la madrugada del lunes, y "cuando se fue a revisar el celular aproveché a salir mientras le gritaba a la abuela de él que me ayude. Salí, fui a la esquina y me aferré a una reja, y le dije a los vecinos que llamen a la policía". Cuando arribó el patrullero, la encontraron discutiendo con Vega, que intentaba hacerla ingresar a su hogar.
El fiscal Filippi explicó que la joven denunció haber sido víctima de violencia física a lo largo de toda su relación, que duró casi un año. Si bien el delito atribuido a Vega, "lesiones leves calificadas", prevé que la pena vaya de 6 meses a 2 años, y debido a la falta de antecedentes condenatorios esta podría ser de cumplimiento en suspenso, la fiscalía consideró que en caso de condena debería cumplir la pena tras las rejas.
Finalmente, la existencia del peligro de entorpecimiento probatorio fue la razón por la que el juez terminó ordenando la prisión preventiva. "No puedo resolver sin tener en cuenta todo el contexto", explicó el magistrado. "Hay una presunta víctima mujer, de muy corta edad" que se encuentra en "una situación muy especial. Es una persona que habla con un botón antipánico en la mano y ruega protección", señaló, refiriéndose al estado en el que estaba la chica cuando se presentó a declarar al comienzo de la audiencia.
Además, ella "tiene muchas cosas que decir y quiere expresarlas, quiere ser escuchada ampliamente ante la posibilidad de haber padecido hechos que podrían configurar otro tipo de delitos... y hoy su freno fue la posible soltura del justiciable". Es por esto que decidió, de manera excepcional, ordenar la cautelar de máxima por un plazo de 60 días.
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