En una madrugada que parecía tranquila en Santo Tomé, la familia Benítez vivió momentos de pánico cuando cuatro individuos irrumpieron violentamente en su hogar, al grito de “¡esto es un allanamiento!".
Los involucrados son cuatro sujetos que fueron detenidos. Quedaron acusados de “Abuso de arma; Amenazas calificadas y Violación de domicilio”.
En una madrugada que parecía tranquila en Santo Tomé, la familia Benítez vivió momentos de pánico cuando cuatro individuos irrumpieron violentamente en su hogar, al grito de “¡esto es un allanamiento!".
Portando armas cortas los intrusos se abalanzaron sobre una joven (Tatiana, de 21 años), exigiéndole información sobre el paradero de su expareja, Lihuel Escobar. Sin embargo, la víctima, quien ya no convive con el mencionado desde hace seis meses, no tenía conocimiento sobre su ubicación, lo que aumentó la tensión en el ambiente.
Bajo amenazas y agresiones verbales, Tatiana quedó acorralada, incapaz de proporcionar ninguna respuesta que satisficiera a los intrusos, quienes, en su aparente búsqueda de algo que Lihuel les habría robado, se mostraron impiadosos.
La tensión escaló aún más cuando los delincuentes efectuaron dos disparos al aire, aterrorizando a los ocupantes de la casa.
Por suerte, un testigo del suceso se comunicó de inmediato con la policía y denunció lo sucedido.
Los uniformados se movieron rápido y, al cabo de varios allanamientos, lograron la detención de los cuatro individuos involucrados en este suceso.
Los acusados fueron identificados como un tal Miguel G.; Franco C,; un individuo apodado "Wina" y otro sujeto aún no identificado.
A los mencionados se les atribuyeron cargos de "Abuso de arma", "Amenazas calificadas" y "Violación de domicilio" y quedaron a disposición de la fiscal Moser Ferro, a cargo de la investigación.
En las requisas mencionadas se secuestraron además cinco teléfonos celulares; un casquete de la policía de Santa Fe, una boina militar, un aire comprimido calibre 5.5 y una motocicleta Yamaha YBR de color negro-
Es de hacer notar que uno de los detenidos trabajaba como empleado de seguridad privada en una agencia particular. Se le secuestró un teléfono celular y el automóvil Renault Clío, vehículo vinculado al caso.
En el desarrollo de la investigación, la fiscal Moser Ferro dispuso que los celulares fueran sometidos a peritaje y que se procediera a secuestrar el automóvil utilizado durante el incidente, así como también la motocicleta, el casquete y la boina encontrados en el allanamiento.
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