Secuestro en barrio 7 Jefes: "Para mí es más fácil matarlo y tirarlo dentro de una bolsa"
Con esas palabras amenazó uno de los acusados a la esposa del hombre raptado en la puerta de su casa, la mañana del 22 de febrero. La causa tiene dos procesados y se procura identificar a los otros tres involucrados.
Secuestro en barrio 7 Jefes: "Para mí es más fácil matarlo y tirarlo dentro de una bolsa"
A menos de 5 meses del secuestro de un vecino de barrio Siete Jefes de la ciudad de Santa Fe, el fiscal Federal Nº 2, Walter Rodríguez, junto con el fiscal auxiliar Ignacio Rueda, de la Unidad Especializada en Secuestros Extorsivos (UFESE), solicitaron al juez la elevación de la causa a juicio.
El requerimiento elevado este martes alcanza al taxista bonaerense radicado en La Guardia, Hugo Edgardo Soto, de 47 años; y a Rodolfo Ariel Quiroga (34), vecino de la casa paterna y conocido de la víctima. Ambos están acusados de "haber participado -junto a personas hasta aquí no identificadas- en la sustracción, retención y ocultamiento de Gastón C., ocurrido a partir de las 6:50 del 22 de febrero del 2022", señala el documento.
Según constan en las actuaciones, la víctima fue interceptada en la puerta de su casa de Maipú y Laprida, y su desaparición a manos de terceros se prolongó durante unas tres horas y media, en las cuales su esposa fue interlocutora directa en las duras negociaciones por el pago del rescate. "Para mí es más fácil matarlo y tirarlo dentro de una bolsa", amenazó en un momento el captor.
Con capuchas y armados
Tres personas, con barbijos y capuchas, sorprendieron al conductor de un Peugeot 307 negro que esperaba a su pareja en la puerta de casa para ir al trabajo. Lo redujeron a punta de pistola y lo obligaron a subir a la parte de atrás de su propio vehículo, donde fue maniatado y encapuchado para iniciar un viaje por distintos puntos de la ciudad.
Finalmente la víctima fue abandonada en uno de los accesos a Villa del Parque, en calle Naciones Unidas y Pasaje Mitre, a la altura del puente de hierro, donde fue auxiliado por dos vecinas que le prestaron el celular para que llamara a su familia.
La maniobra quedó registrada en las cámaras de seguridad privada del barrio, cuyas imágenes fueron elocuentes en cuanto al número de personas involucradas, las cuales en grupo y con los rostros cubiertos, arremetieron contra el vecino.
La víctima fue abandonada a media mañana a la altura del puente de hierro de Villa del Parque. Crédito: Flavio Raina.
Causa federal
Si bien la labor operativa estuvo a cargo de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la policía provincial y en un primer momento fue impuesto de las actuaciones el fiscal del MPA, Roberto Apullán, por el tipo de delito se abrió una causa de competencia federal. De hecho, el caso se encuadra bajo la figura de "secuestro extorsivo agravado por la cantidad de intervinientes -más de tres personas-, en calidad de coautores" (art.170 inc. 6 del Código Penal), por el cual se prevén penas que van de los 5 a los 15 años de prisión.
La causa tomó amplia repercusión pública este verano, no obstante, a raíz de la labor investigativa trascendieron detalles que ponen de manifiesto la ferocidad de las amenazas proferidas a las víctimas, únicamente a los fines de obtener una suma en dólares que en un primer momento tasó la vida de Gastón C. en 200.000.
A propósito de la prueba reunida hasta el momento, la fiscalía que encabeza Rodríguez sostiene que "Soto y Quiroga junto a personas hasta el momento no identificadas –de manera organizada y con distribución de roles específicos–, planificaron y ejecutaron la sustracción, retención y ocultamiento de Gastón C., para obtener una suma dineraria a cambio de su liberación ambulatoria".
Para tal afirmación se obtuvieron diferentes imágenes de cotejo, que pertenecen a las cámaras de vecinos ubicadas en cuatro puntos diferentes del barrio, donde puede verse a los delincuentes descender de una furgoneta Fiat Fiorino blanca, que tenía el faro izquierdo quemado y el guardabarros delantero chocado.
Con los datos del vehículo del detectives pudieron dar con el conductor -Quiroga-, que era un vecino del padre de la víctima y fue quien aportó la logística y la información para concretar la maniobra.
Previamente, había sido detenido su cómplice, el taxista Soto, en el mismo momento en que se disponía a cobrar el rescate, acordado, en zona de descampado de la estación Belgrano, a pocas cuadras de la vivienda familiar.
Si bien las negociaciones se iniciaron con un pedido de U$S 200.000, la mujer logró reunir una cifra mucho menor a la solicitada, y esto generó un áspero diálogo entre quien llevaba las riendas del secuestro.
"Me estas tomando de boludo, no estamos ni cerca", le dijo el captor a la esposa, cuando ésta le ofreció una suma de dinero menor a la sugerida. Minutos después volvió a intimarla: "juntaste la guita" y agregó: "estamos lejos, para mí es más fácil matarlo y tirarlo dentro de una bolsa que seguir con esto", y cortó la llamada.
La entrega del dinero, que fue por una suma mucho menor a la pedida, fue controlada por tres efectivos de la AIC, que apenas vieron a un sujeto recoger el dinero le dieron la voz de alto y lo esposaron.
"Hija de puta, llamaste a la cana, esta la cana por todos lados; hija de re mil puta, me agarraron no lo encontrás más", le gritaba Soto a la mujer, que hasta ese momento no sabía si su marido se encontraba a salvo.
Finalmente, alrededor de las 10.21 recibió la tan ansiada llamada, en la que Gastón le confirmó que había sido liberado.