El almacén "El Gringo" es uno de los más conocidos del barrio Jardín Mayoraz. Es muy raro que algún vecino no haya comprado algo ahí. Tiene buenos precios, cuenta con todo tipo de mercadería y está abierto de corrido los siete días de la semana. Graciano Matera fundó el negocio hace más de medio siglo (falleció el año pasado) y desde hace 3 años sus hijos tomaron la posta. Carina, que es contadora, y Mario se encargan de la atención al público. No importa si hace frío o calor o si llueve, ellos están y atienden de manera amable a una verdadera multitud, que muchas veces forma extensas colas para esperar su turno. En los últimos días, el depósito del comercio fue blanco de delincuentes que lograron alzarse con un botín millonario.
"Nosotros tenemos de todo, es como un súper", dice orgulloso Mario. "Nosotros, con mi hermana, laburamos todo el día, no tenemos vida social, no salimos de joda. Vivimos para trabajar… y en un minuto viene un h. de p. de estos y nos arruina", se lamentó.
Los golpes comenzaron hace aproximadamente dos semanas, enfrente del local -que está ubicado en calle Ángel Casanello al 2800, entre 9 de Julio y 1° de Mayo-, en una propiedad de un familiar donde los comerciantes guardan mercadería y un vehículo tipo Trafic.
"Cayeron un sábado de madrugada. Yo no tenía donde poner mercadería porque estamos en obras y dejé la camioneta cargada en el garaje. Se ve que vieron los bultos con cosas caras: pilas, pegamentos. Ingresaron y reventaron las puertas traseras de la Traffic para llevarse todo. Lo mismo hicieron al jueves siguiente y también la semana posterior, cuando nos entraron miércoles y jueves de manera consecutiva. Hice las denuncias, pero no pasó nada. Inclusive, en el primero de los robos un vecino llamó al 911 cuando vio a los delincuentes pero ningún patrullero apareció", contó Mario.
"Seguramente -agregó- es gente de por acá. Apenas puse alarma e hice correr la voz, no ocurrió más nada. Nos llevaron muchas herramientas, mercadería, dinero en efectivo, cables y partes de motos, entre otras cosas. Yo calculo que son más de 3.500.00 pesos en total".
Finalmente, el comerciante aseguró que no bajarán los brazos. "No nos van a hundir, vamos a seguir trabajando duro, como siempre", dijo mientras rengueaba para llevar al almacén una caja. Tiene un dedo quebrado y le duele. El médico le ordenó reposo, pero él sostiene que no puede "parar".