Martes 3.3.2020
/Última actualización 16:53
El juez penal Sergio Carraro dictó la prisión preventiva sin plazos para un maestro de música de un jardín de infantes privado de la ciudad, a quien la fiscalía le atribuyó haber cometido delitos contra la integridad sexual de un alumno durante los años 2018 y 2019. El imputado de 38 años y cuyas iniciales son D.C. está acusado como presunto autor de “abuso sexual con acceso carnal calificado (por ser encargado de la educación), en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores agravada (por la edad de la víctima y por ser encargado de la educación)”.
La audiencia para el tratamiento de la medida cautelar comenzó este martes pasadas las 8 de la mañana con una exposición voluntaria de la madre del menor y luego se dio curso al debate, que finalizó cerca del mediodía, luego de que el magistrado argumentara durante casi una hora.
“Por un lado tenemos una madre que ha venido reclamando Justicia en distintos ámbitos. Por otro, la situación de una institución religiosa y de uno de sus docentes. Y una persona menor de edad, de 6 años, que merece el mayor de los respetos frente a la posibilidad de algún avasallamiento”, valoró el juez Carraro.
En tal sentido se encolumnó tras el pedido de las fiscales de la Unidad de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas), Celeste Minniti y Alejandra Del Río Ayala, las cuales “entienden que esta medida es necesaria y de acuerdo a la evidencia les permite pedir la preventiva”. Y contrapuso el planteo de los abogados defensores Néstor y Sebastián Oroño, quienes rechazaron la cautelar y en su defecto propusieron medidas alternativas a la privación de la libertad.
“No voy a compartir lo que ha dicho la defensa” en cuanto a que “se pone presa a una persona y después se investiga”, refirió el juez. Por el contrario, dijo que la detención “no ha sido una decisión apresurada” de las fiscales, sino que “existe un camino que se ha venido desarrollando”.
En tal sentido narró los hechos volcados durante la audiencia, que se inician cuando “en 2018 la madre del chico contó que en el interior de un baño del jardín venían produciéndose circunstancias con quien describe como maestro de música”. Y destacó que si bien “la versión la tenemos a partir de su relato” fue la propia madre la que “buscó en el ámbito escolar la ayuda y no fue directamente a la justicia”. “Pero la persistencia del relato, junto a otro tipo de elementos” la llevaron a formular la denuncia penal dado que “la madre no encontró las respuestas suficientes en el ámbito escolar”.
Para despejar las sospechas, la mujer llevó al niño al pediatra, quien el 7 de agosto de 2019 realizó un examen en el que se detectaron lesiones que son compatibles con la versión del pequeño.
“No entiendo por qué la madre a esta altura puede idear tamaña situación, vinculando nada menos que a un docente del establecimiento donde concurre su hijo”, se preguntó el juez. Además aclaró que la versión fue luego “corroborada por un informe médico, y ha sido el menor quien dijo que el agresor sexual era el profesor de música”.
A ese primer informe médico se agrega otro de noviembre de 2019, donde se detecta una irritación en la zona genital; situación que era acompañado por “sentimientos de angustia y episodios de llanto” del chico.
Nuevamente el Dr. Carraro puso el acento en la escuela y sus autoridades, que elaboraron un informe en el que “no hacen más que resguardar a la institución”. Trajo a cuento una reunión de padres en la que el imputado hizo su descargo y “se dijo que todo era mentira”. “Se descreyó de la versión de la madre sin ningún estudio previo”, “cuando en apariencia lo que existe es todo lo contrario”, resumió.
Por último, se refirió al peligro de entorpecimiento probatorio y puso por delante la garantía de la comunidad educativa de poder colaborar libremente en la investigación, sobre todo ante las sospechas de que pudieran haber más casos que todavía no fueron denunciados.