El "Pistolón" de San José del Rincón recibió su segunda condena desde que alcanzó la mayoría de edad, esta vez, por amenazar de muerte a una vecina que estaba denunciándolo en la Comisaría de Distrito 14° por haberle faenado cinco lechones que no le pudieron robar.
"A mí no me importa caer en cana, te voy a cagar a tiros tu rancho y no me importa si tenés criaturas, no me importa caer preso, pero yo a la tumba me llevo a uno, les voy a repartir balas a todos", dijo Matías Exequiel Perezlindo (20), en una llamada telefónica a su vecina, que lo estaba denunciando. Lo que no sabía era que del otro lado, el sumariante que tomaba el reclamo aprovechó la situación para grabar la llamada.
Con esos elementos el fiscal del Ministerio Público de la Acusación (MPA), Ignacio Lascurain, lo imputó el 25 de julio del año pasado y pidió la prisión preventiva, medida que fue dictada 48 horas después por el juez Jorge Patrizi.
Las amenazas proferidas contra la mujer se produjeron el 11 de julio de 2020, cuando denunció a Perezlindo por el intento de robo de cinco lechones, que fueron sacrificados en un criadero de la zona del terraplén y que los delincuentes no se pudieron llevar porque fueron ahuyentados por sus propietarios.
A pesar de todo, Perezlindo se mantuvo fuera del alcance de la ley casi dos semanas más, cuando el 23 de junio fue reconocido en el hospital de Rincón, donde ingresó para ser atendido en el marco de una riña.
Desde entonces, el "Pistolón" permanece detenido, y según informó la oficina de prensa del MPA, acaba de firmar un acuerdo de juicio abreviado, por el cual el juez Rodolfo Mingarini le impuso una condena de tres años y un mes de prisión de cumplimiento efectivo por el delito de "amenazas".
Sobre el hecho por el cual fue juzgado, el fiscal Lascurain señaló que "el hombre de 20 años dijo expresamente que dispararía con la intención de matar aunque hubiera niños dentro de la casa", y agregó que "le restó importancia a la posibilidad de ser detenido a raíz de la conducta violenta que iba a tener". En tal sentido, remarcó que "el condenado demostró total indiferencia por la integridad física ajena".
Por otro lado, el funcionario del MPA indicó que "uno de los policías que presenciaron el amedrentamiento, lo grabó con su teléfono celular", y destacó que "el registro de audio fue tomado como evidencia en el marco de la investigación".
La condena -que contó con el consentimiento de la defensa pública-, es la segunda que se le impone a Perezlindo desde que alcanzó la mayoría de edad.
La primera fue dictada por el juez Pablo Busaniche, el 28 de diciembre de 2018, cuando se acumularon nueve hechos delictivos cometidos entre septiembre de 2017 y abril de 2018.
En esa oportunidad, recibió 3 años de prisión -de efectivo cumplimiento-, y como llevaba 8 meses de prisión preventiva, como parte del acuerdo entre fiscalía y defensa se dispuso la libertad bajo alternativas, entre las que contaba la obligación de hacer rehabilitación durante tres meses en la Fundación Renacer.