Tras las condenas a Nicola Corradi, Horacio Corbacho y Armando Gómez, el segundo juicio por los abusos a niños hipoacúsicos en el instituto religioso Antonio Próvolo de Luján comenzó a cobrar forma esta mañana. Las acusadas son nueve mujeres que cumplían diferentes funciones dentro del predio.
Desde las 8.30 el clima era tenso. Acusadas y víctimas compartían el edificio de Tribunales, aunque las autoridades las hicieron ingresar por diferentes lugares para que no hubiese complicaciones. De a poco, las señaladas como cómplices de los abusos fueron llegando: son las monjas Kumiko Kosaka y Asunción Martínez, la ex representante legal Graciela Pascual y otras ex empleadas del establecimiento, como Valeska Quintana, Gladys Pinacca, Laura Gateán y Cristina Leguiza. También están complicadas la psicóloga Cecilia Raffo y hasta la cocinera Noemí Paz.
Tenés que leerCaso Próvolo: los curas recibieron condenas de hasta 45 años de cárcel por abuso sexual infantilDe las dos monjas, solo Martínez ingresó vestida con los hábitos. Kosaka Kumiko, en cambio, entró por otra puerta -debido a que es la única que está con prisión domiciliaria- y caminó rápidamente sin la más mínima expresión en el rostro. Incluso llamó la atención que -aunque no estaba esposada- avanzó con las manos atrás del cuerpo.
Entre los pasillos se dice que los debates propiamente dichos comenzarán cerca de mediados de año. "Es lógico, hay diez abogados defensores, se tendrá que volver a analizar el material grabado...va a ser arduo", comentan en voz baja.
Los curas Corbacho y Corradi ya fueron condenados a 45 y 42 años de reclusión respectivamente, en tanto que el ex jardinero Armando Gómez deberá enfrentar 18 años. El segundo juicio mostrará otra faceta del crimen: la colaboración que muchas mujeres aportaron, a partir de la complicidad o el simple silencio, para que los abusos se siguieran realizando. La hipótesis es que en el instituto funcionaba un aceitado mecanismo, que incluía estrategias de ocultamiento y detección de las víctimas más vulnerables. Un modus operandi que habría comenzado con los excesos en Italia, delitos que habían sido denunciados décadas atrás y que el Vaticano conocía.
Y esta audiencia preliminar es el primer paso para que 8 denunciantes -que en muchos casos son las mismas personas que declararon en la primera causa- puedan enfrentarse con las nueve acusadas. Se trata de una instancia en la que se oficializan las imputaciones, se definen los testimonios y se aportan pruebas. Hay 44 jornadas previstas, y en todas tendrán que estar presentes las mujeres bajo sospecha.
En el encuentro de este lunes se presentó a las imputadas y sus abogados, quienes se encontraron con los fiscales Gustavo Stroppiana y Alejandro Iturbide. Los querellantes serán los mismos letrados que cumplieron esa tarea en el primer juicio: Oscar Barrera, Sergio Salinas, Juan Dantiacq, Leandro Lanci y Lucas Lecour. Las audiencias preliminares continuarán el 12 de febrero. De ser halladas culpables, algunas de las mujeres podrían enfrentar penas de hasta 50 años de prisión. Sin embargo las defensas intentarán que las condenas, si las hubiere, sean por "encubrimiento", ya que esa figura prevé castigos mucho menores.