El ex apoderado de Madres de Plaza de Mayo, Sergio Schoklender abandonó anoche la cárcel de Ezeiza apuntando contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner; la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo Hebe de Bonafini, el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zanini, y el actual senador y ex ministro de Seguridad, Aníbal Fernández.
Entre otras cosas, dijo a los periodistas que lo aguardaban en la puerta del penal que su posible regreso a prisión "dependerá de Cristina, de Zanini, de la presión política que puedan ejercer", pero advirtió que "voy a seguir hasta el final, poniéndole el pecho a la vida y haciendo lo que creo y pienso".
Además de reiterar sus denuncias ya formuladas ante la Justicia, consideró que la decisión de la Cámara Federal, de rebajarle la fianza para permitirle salir en libertad, "es un cachetazo a la cara de un personaje tan siniestro, como (el juez Norberto) Oyarbide", quien le había fijado en principio un monto de 4 millones para liberarlo.
"Hay una intencionalidad política, intereses económicos muy importantes", aseguró Shocklender y agregó "no hubo malversación de fondos mientras yo estuve; sí la hubo en el último año con la complacencia de Oyarbide y de muchos funcionarios del área del Ministerio de Planificación".
Además, sostuvo que el magistrado "respondía a las órdenes de Aníbal (Fernández), después de Nilda (Garré), y ahora a las órdenes directas de Zanini" y que existieron "interminables" presiones para que no saliera en libertad.
En tanto, el ex apoderado de Madres apuntó contra Bonafini y su hija, al señalar que ambas tienen una "responsabilidad muy grave" en la causa. "Ellos supusieron que, sacándome, entre Alejandra y otros parientes de otras madres y funcionarios públicos iban a poder meter mano en una caja que yo nunca los iba a dejar", agregó.
Además, indicó que a Bonafini "la aconsejaron mal, la hicieron equivocarse" y agregó que está "muy mal aconsejada y no se dio cuenta de la gravedad de la situación en la se iba a ver involucrada".
Shocklender explicó esta noche que "todavía" se encuentra imputado en la causa y que "ni siquiera se ha dictado auto de procesamiento".
Al respecto, aseguró que "está acreditado que no hubo un sólo perjuicio al Estado, ninguna malversación de fondos ni maniobra dolosa, aunque estimó que "algo más van a inventar".
Por último, criticó una supuesta "condena mediática, fogoneada por la pauta oficial", y aseguró que "en la vida puse el culo (sic) en el asiento de una Ferrari, y sin embargo la Ferrari de Schocklender quedó como un mito".
El empresario salió ayer pasadas las 20 del penal de Ezeiza a bordo de un celular del Servicio Penitenciario, que lo acercó al portón de entrada, donde lo aguardaban los periodistas: vestía joggin negro y llevaba consigo apenas una bolsa de tela con sus escasas pertenencias.
DYN