"Todo el mundo sabía que esa comisaría era un quilombo... aunque nadie imaginó que iban a llegar a tanto", dijo hoy a El Litoral un viejo "sabueso" policial respecto al allanamiento realizado el viernes en dependencias de la seccional 11va.
Secuestraron 18 teléfonos; un modem para wifi y hasta un "tarifario" de favores. Hay 12 policías investigados (entre ellos el jefe de la dependencia). Se esperan importantes cambios.
"Todo el mundo sabía que esa comisaría era un quilombo... aunque nadie imaginó que iban a llegar a tanto", dijo hoy a El Litoral un viejo "sabueso" policial respecto al allanamiento realizado el viernes en dependencias de la seccional 11va.
El escándalo quedó al descubierto durante la mañana del viernes cuando agentes de la Unidad Especial de Asuntos Internos, junto a personal de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE), irrumpieron en la citada sede policial ubicada en Aristóbulo del Valle 4808.
En rigor todo comenzó tras una denuncia anónima dando cuenta de graves irregularidades en el trato con los detenidos (en su mayoría policías ), tras lo cual la doctora Mariela Jimenez (de la Unidad Fiscal de Delitos Complejos) solicitó el allanamiento.
Y las sospechas no tardaron en confirmarse. Es que a poco de iniciada la requisa los efectivos se encontraron con una escena propia de una película pornográfica: en una de las oficinas de la seccional había una pareja en pleno acto sexual.
Tras la sorpresa inicial luego se constató que los enamorados eran un policía, actualmente detenido por una causa que tramita en la Justicia Federal (narcotráfico) y una mujer policía.
Superado este sofocón los uniformados continuaron el allanamiento donde se supo que se logró el secuestro de 18 teléfonos celulares; un modem para wifi y hasta un cuaderno con anotaciones un tanto "particulares". La sospecha es que para acceder a alguno de los "favores" que brindaba dicha comisaría, había que pagar un determinado precio (tarifa).
Entre esos "beneficios" figuraba el uso de teléfono celular; internet, deambular con libertad por la seccional como así disfrutar de un "asadito" en el patio o las ya mencionadas prácticas amatorias, entre otras actividades.
Se supo además que el allanamiento no se concentró únicamente en la sede policial, sino que incluyó también la requisa de los domicilios particulares de algunos de los policías que trabajan en lugar.
A raíz de todo lo acontecido el actual jefe de la comisaría 11va. fue trasladado ese mismo viernes en calidad de aprehendido, aunque luego de unas horas recuperó su libertad.