La casa donde se consumó el crimen (y donde velaron a la joven) es ahora custodiada por la policía Foto: Danilo Chiapello

Mientras, la familia de la víctima continúa recibiendo amenazas telefónicas. En tanto, la beba quedó en manos de su abuela materna.

La casa donde se consumó el crimen (y donde velaron a la joven) es ahora custodiada por la policía Foto: Danilo Chiapello
Danilo Chiapello
Ya desde su apodo infunde temor. Le dicen “El gusano”.
Es el hombre al que la policía busca por la muerte de Griselda Noemí Correa (26), la mujer que fue ultimada a balazos la noche del martes.
Tras la demencial acción, su autor escapó de la escena llevándose consigo una beba de 9 meses, la que horas después, fue entregada a su abuela materna.
De “El gusano”, se supo que tiene 26 años.
Si bien es oriundo de barrio Cabal sus andanzas se conocen en gran parte de la zona noroeste, con especial predominio en Abasto y alrededores.
Nunca se lo ve “a pata” ni escaso de dinero. Todo lo contrario. Se moviliza en automóviles modernos y alardea de tener una billetera más que generosa.
Es mejor no preguntar por el origen de dichos bienes.
Así y todo, es un secreto a voces que “El gusano” anda en cosas pesadas. Compra y venta de mujeres; también estupefacientes; armas de fuego; asaltos...
Supo estar envuelto en graves episodios delictivos que lo llevaron ante la Justicia. Sin embargo, “extrañamente” siempre salió airoso de esas cuestiones. (ver nota aparte)
En rigor, “El gusano” actualmente gozaba de plena libertad.
Crónica de una muerte anunciada
Susana Montes es la madre de la chica asesinada.
Su relato sobre lo ocurrido es la crónica de una muerte anunciada.
“Ella hacía dos años que estaba juntada con este tipo. Él quería mandarla a ‘trabajar’ (de prostituta). Se habían conocido en un baile. Ya el año pasado el la hizo ‘trabajar’ y ella quedó embarazada. Cuando él se enteró le pegó tanto que terminó internada en el hospital Iturraspe. Allí perdió a su bebé como consecuencia de la golpiza.
Ahora quería quitarle a su bebé porque la quería vender para que trabaje ocho meses en Córdoba. Y ella no quería.
La semana pasada la encerró y la quiso quemar.
Ahora no estaban viviendo juntos porque él tiene otra pareja. Él aparecía y le daba palizas. Todo siguió así hasta que ella se escapó. Los vecinos la ayudaron a escapar cuando le estaba pegando y la quería quemar.
Se fue a vivir a Santo Tomé, a la casa de mi nuera. Ella radicó una denuncia allá en la comisaría de Santo Tomé por el miedo que tenía. Porque el amenazaba que si ella se iba, él entonces nos mataría a todos.
Además estaba muy golpeada. Entonces, los policías de Santo Tomé le dieron un papel para que venga a la seccional 1ra. para que la vea el médico policial.
Todo eso ocurrió el mismo día que la mató. Cuando este tipo supuestamente la levantó ahí en la seccional 1ra.
De ahí el la trajo en el auto hasta acá. Yo no pude ver nada porque ese auto tiene vidrios polarizados. Entonces me metí adentro.
Por ahí escucho que me gritan: ‘¡Mamá, mamá, me quitó la bebé!’. No alcancé a reaccionar cuando lo veo entrar a la casa con un arma. Primero le pegó tres tiros a Griselda y se fue. Al rato volvió y le pegó tres tiros más cuando ella estaba en el suelo. Yo estaba con mis dos nenitas, de 10 y 5 años”, relata.
Quiero justicia
Más adelante, la mujer sostuvo que “lo único que quiero es justicia por mi hija. Él ya estuvo preso por robo y también por homicidio. Y estaba en libertad. Todo el mundo sabe que vende mujeres, que cambia siempre los autos y se mueve con total impunidad.
Entonces, le quiero preguntar al juez por qué puso en libertad a un tipo de esta peligrosidad. Quiero justicia y no voy a parar hasta que lo agarren. Y quiero custodia para mi casa, porque él me vive amenazando. Llama por teléfono y dice que nos va a matar. Además, hace alarde de que tiene contactos con la policía. Porque tiene cuñados o hermanos que son abogados. Por eso, él entra por una puerta y sale por la otra.
Cuando yo estaba con mi hija muerta en el hospital este tipo llamó a mi hijo y le dijo: ‘¡Se murió, se murió. Ahora voy por tus hermanos y por tu vieja!’.
Y después cuando trajeron el cuerpo de mi hija acá para el velatorio él llamó y dijo: ‘Yo voy a ir. No sé cómo pero yo voy a ir’”.
Griselda Correa (26), la víctima. Foto: Archivo
En libertad bajo fianza Cristian Antonio Vera no es un desconocido para la Justicia. Cuenta con numerosos antecedentes penales, entre ellos dos condenas cumplidas y un juicio en trámite. La última vez que lo liberaron fue en septiembre del año pasado, tras pagar una fianza por el robo a la aseguradora San Cristóbal. El 13 de noviembre de 2008 fue condenado en el Juzgado de Sentencia Nº 3 a la pena de dos años de prisión condicional, por el delito de tenencia indebida de arma de guerra, por un hecho ocurrido el 16 de septiembre de 2004. Sin dudas previo al crimen de su compañera, la acusación más grave que pesa contra Vera fue el asesinato de la chica Débora Daperno, ocurrido el 18 de mayo de 2006. En esa causa, fue condenado el 20 de agosto de 2008 a la pena de 16 años de prisión de cumplimiento efectivo. Los delitos que se le atribuyeron en el Juzgado de Sentencia Nº 2 fueron los de autor material de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego y alevosía”; además de “tentativa de hurto simple, tentativa de robo agravado en dos oportunidades y portación de arma de fuego de uso civil”. Pero sus abogados defensores recurrieron la sentencia ante la Cámara de Apelación Penal y la Sala IV revocó los cargos por el homicidio de Daperno, fijando una pena de 5 años de cárcel por los otros delitos de menor cuantía. Dicha pena vencía el 19 de mayo de 2011; estaba preso en la cárcel de Coronda, pero obtuvo la libertad condicional el 15 de septiembre de 2009, a disposición del juez de Ejecución penal Nº 2. Pero un nuevo episodio delictivo lo encuentra como principal responsable, y este es el robo a la aseguradora San Cristóbal Caja Mutual, de avenida Rivadavia al 3000, el 24 de agosto del año pasado. En esa oportunidad el juez de Instrucción Séptima, Diego De la Torre lo procesó por el “robo calificado por uso de arma de fuego” y la causa se elevó a Sentencia Nº 2. Sin embargo, previo a la requisitoria de elevación a juicio, el “Gusano” Vera fue excarcelado bajo fianza el 27 de septiembre de 2012. En esta última causa penal su mujer estaba acusada por el delito de encubrimiento.

“Quiero justicia y no voy a parar hasta que a este tipo lo agarren”, dijo hoy Susana Montes, la madre de la chica asesinada. Foto: Danilo Chiapello