Fuente: Oficina de Prensa y Difusión Ministerio Público de la Acusación
Trabajaban como playeros en la YPF Sunchales SRL ubicada en la ruta nacional número 34 y la avenida Irigoyen. Utilizaban la clave “Promo Fifty” para vender combustible a personas determinadas sin que los datos de la operación quedaran registrados en la computadora interna del comercio. El fiscal que investigó el caso fue Guillermo Loyola.
Fuente: Oficina de Prensa y Difusión Ministerio Público de la Acusación
Seis empleados de la estación de servicio YPF Sunchales SRL fueron condenados a seis meses de prisión de ejecución condicional por el delito de estafa. Se trata de Alberto Wasinger; Carlos Guillermo Cappeletti; Luciano Ramallo; Hugo Cuenca; Fernando Schnidrig y María José Forconesi, quienes trabajan en el comercio ubicado en la intersección de la ruta nacional número 34 y la avenida Irigoyen de la ciudad de Sunchales.
La sentencia fue dictada por el juez Alejandro Mognaschi, en un juicio en el que se abreviaron los procedimientos. El fiscal que investigó el caso fue Guillermo Loyola, de la Unidad Fiscal Rafaela. Por su parte, las víctimas del delito los propietarios del comercio manifestaron su acuerdo con la sentencia dictada.
Los hechos
Los seis empleados fueron condenados por comercializar combustible a personas determinadas o previamente convenidas sin que los datos de dicha operación quedaran registrados en la computadora interna de la estación de servicio. De este modo, obtenían un beneficio económico en perjuicio de los dueños del comercio.
El ardid era realizado con “clientes” que, a sabiendas, iban a la estación de servicio, hacían referencia a esta situación con el nombre clave de “Promo Fifty” y solicitaban ser atendidos por alguno de los seis condenados. Por esto, los empleados cobraban entre 200 y 250 pesos por cada carga de combustible.
La maniobra se produjo en seis surtidores que despachan el mismo tipo de producto a través de dos picos hacia ambos lados del surtidor. Los condenados desactivaban el sensor de arranque de uno de los dos picos, y la computadora del surtidor registraba que había un solo pico en funcionamiento. En realidad, los dos picos estaban descolgados, la computadora no lo advertía y el display electrónico del surtidor no detectaba la salida del producto.
Ayuda
De la investigación realizada por el fiscal Loyola se desprende también que la maniobra delictiva fue llevada a cabo con la intervención y el acuerdo de otras dos personas, que son empleadas de una empresa de ingeniería contratada por la petrolera YPF para realizar tareas de mantenimiento en los surtidores de las estaciones de servicio.