Tamara "lucha por su vida" y el acusado continuará preso
El estado de salud de la víctima sigue muy delicado. La justicia le dictó la prisión preventiva al acusado, un hombre de 30 años que era su pareja.
Archivo El Litoral Fiscal Gonzalo Iglesias.
19:07
“Mi hija está muy delicada, en terapia intensiva. Lucha por su vida. Yo tengo mucha fe y mi esperanza es inquebrantable, pero Tamara está muy quemada. Tiene lesiones en la cara, la cabeza, el cuello, el pecho, los brazos... Lo que más duele es su ausencia, porque son muy unidos con sus hijos”, se lamentó Patricia Mourello, quien debió renunciar a su trabajo en el distrito de Arroyo Leyes para ocuparse de sus nietos, una adolescente de 16 años, una niña de 13 y un pequeño de 10.
Por el ataque fue detenido un hombre de 30 años cuyas iniciales son JEZ. Este sujeto mantenía una relación con la víctima desde hace aproximadamente un año. “Creo que era obrero de la construcción, pero la verdad que no sé mucho sobre él. Era bastante violento y varias veces discutimos. Ahora me enteré de que unos días antes de que pasara esto ya la había cortado con un cuchillo en un brazo y en la panza. Mi hija y mis nietos no decían nada, porque él los amenazaba”, aseguró la mujer.
El hombre investigado fue imputado el viernes de la semana pasada por Iglesias, quien le atribuyó la autoría del delito de tentativa de homicidio doblemente calificado (por el vínculo y por ser cometido por un hombre en contra de una mujer, mediando violencia de género).
“Me ahogo”
“Todo ocurrió el miércoles pasado en la casa de mi hija, en la calle de Ángel Casanello al 3700, en barrio Los Hornos. Desgraciadamente, yo estaba a 40 kilómetros, en Arroyo Leyes, donde me encontraba trabajando. Si yo hubiese estado en mi casa, a cuatro cuadras de distancia, nada de esto habría sucedido”, contó Patricia.
“Mi hija me llamó como a las 21.20, pero no pudimos hablar. Perdí la señal. Después empecé a recibir mensajes de ella y los chicos. Me pedían que llame al 911, pero que no los llame a ellos. No querían qué él se entere. Yo estaba desesperada, porque no sabía qué pasaba. Con el teléfono de mi patrona pude llamar antes de las once de la noche y entonces activé el video. Me atendió una de mis nietas y entonces apareció mi hija, toda quemada... ‘mirá lo que me hizo’, me dijo. Lo insulté cuando lo enfocaron en la cámara. Entonces, él tiró el celular y se rompió todo. A partir de ahí no tuve más comunicación. ‘Mamá, apurate... venír rápido porque me ahogo’, fue lo último que le escuché”, recordó todavía angustiada la mujer. Momentos antes, su pareja la había rociado con alcohol y le había prendido fuego.
“Muy tarde”
“Desperté a mi patrona -agregó-, que me trajo en el auto. Para hacer esos cuarenta kilómetros no tardamos mucho, pero llegamos tarde. Muy tarde”.
Cuando Patricia arribó a la casa de su hija, el lugar estaba lleno de patrulleros. La policía ya se había llevado detenido al agresor y su hija estaba siendo trasladada al Hospital Cullen, donde todavía permanece internada, en la Unidad de Terapia Intensiva, con quemaduras en al menos el 40 por ciento de su cuerpo.
“Al ver ese panorama, pensé que mi hija estaba muerta... y la verdad que estaba luchando por su vida. Siempre vi estas situaciones desde otro lado. Nunca pensé que nos podía pasar a nosotros. Ahora, como abuela, espero que ayuden a mis nietos a superar todo lo que tuvieron que pasar. Deseo con toda mi alma que mi hija de recupere”, dijo la mujer, que agradeció a los medios de prensa, a personas conocidas y especialmente a los médicos del hospital.