La noche del domingo en la costanera santafesina un Volkswagen Bora negro, circulando a alta velocidad, atropelló a una familia que cruzaba la avenida. El impacto fue devastador: un hombre y una mujer perdieron la vida en el acto, mientras su hijo adolescente logró salir ileso.
Un testigo presencial relató los momentos posteriores al siniestro, aún conmocionado: "Fue algo horrible. Estábamos disfrutando la noche con amigos cuando escuchamos un estruendo. Pensamos que era un choque entre vehículos, pero cuando levantamos la vista vimos algo que no olvidaremos jamás: cuerpos volando por el aire".
El testigo describió cómo una de las víctimas cayó sobre su propio auto, encendiendo la alarma del vehículo. "El hombre ya no tenía signos vitales. El otro cuerpo quedó a unos 50 metros, mientras que el auto frenó mucho más adelante, a unos 250 metros del lugar del impacto", narró.
El conductor del vehículo fue interceptado por personas que se encontraban en la zona antes de que intentara escapar. Mientras tanto, la escena se sumía en el caos: "Había gritos, gente pidiendo ambulancias, pero no había nada que hacer por las víctimas. Fue una tragedia".
Fotos: El Litoral
La costanera, concurrida por familias y grupos de amigos debido a la calurosa noche, se convirtió en un escenario de dolor y desesperación. La falta de controles en la zona fue señalada por los presentes, quienes afirmaron que las "picadas" entre autos y motos a alta velocidad son habituales en ese tramo.
"Dicen que ese auto ya andaba rápido antes del accidente. No es raro que se pongan a correr porque no hay radares en esa parte", comentó otro testigo.
La policía y personal médico arribaron minutos después, confirmando el fallecimiento de las dos víctimas. El conductor del vehículo quedó detenido, y las autoridades iniciaron una investigación para determinar las responsabilidades.
Lo ocurrido reavivó el reclamo de controles más estrictos para evitar que la costanera vuelva a ser testigo de hechos similares.