Viernes 17.1.2020
/Última actualización 15:16
“La ultima vez que vi a mi hijo fue el domingo a la mañana. Se fue más o menos a las 13 a la casa de la señora y nunca más regresó. Cuando él tenía 17 ella me lo enloqueció, me lo transformó y no pudimos denunciar porque él amenazó con matarse”, relató María Cristina Genolet, la mamá de Federico Hermes Rodríguez, el joven de 20 años, asesinado en San Javier, por su pareja, la policía Tania Carolina Cion, de 41. “Ella prácticamente lo gobernaba. Ese día me dijo ‘ya vuelvo papi, ya vengo’, salió en la moto y no volvió más”, agregó Ricardo Rodríguez.
Los padres declararon este jueves ante la jueza Rosana Carrara, minutos antes de que se iniciara la audiencia de prisión preventiva, en la cual la mujer quedó presa, imputada por el delito de “homicidio doblemente calificado, por el uso de arma de fuego y por el vínculo” en su condición de autora.
El pedido para que se mantenga la cautelar fue realizado por los fiscales Francisco Cecchini y Jorge Nessier, quienes responsabilizaron a Cion de “haber disparado su arma reglamentaria contra Federico Rodríguez” el domingo 12 de enero, a las cuatro de la tarde, en la puerta de su casa ubicada en la calle Pueblo Mocoví al 1500 del barrio Federal. Para la fiscalía, “el disparo se realizó desde adentro hacia afuera de la casa” y “la bala le perforó los dos pulmones y la aorta”. Al parecer, el muchacho “estaba subiendo (a la moto) para irse”, dado que el vehículo cayó a su lado.
Al momento del hecho “la mayoría de los vecinos -testigos- se encontraba durmiendo la siesta”, relató el fiscal de San Javier. Sin embargo, “escucharon la detonación, y al salir vieron el cuerpo en la vereda, frente a la puerta de la casa de Cion”. “Dos mujeres se acercaron, Cion las atendió y les dijo que ya había llamado a la ambulancia”, pero en las actuaciones sólo consta que se comunicó con un comisario, que además es su vecino.
“Le tiré un tiro a Fede, me parece que lo maté, no se mueve, vengan por favor”, le habría dicho la mujer a su superior, autoincriminándose por el suceso. Otro comisario que estuvo en el lugar y habló con ella, informó que cuando entró a la casa sintió olor a pólvora y que ella le dijo: “me tenía cansada, sufrí mucho, discutimos”, en relación a su pareja. En ese contexto, los fiscales adelantaron que por el momento “se descarta que se haya dado una situación donde el arma pudiera haberse disparado” por accidente. Además, confirmaron que la pistola utilizada era la provista por la fuerza pública -la cual fue secuestrada- según el cotejo de una vaina servida hallada bajo la mesa del comedor.
A propósito del agravante por el vínculo, los fiscales manifestaron que “existía una relación previa entre ellos” y que “todos conocían a la víctima como pareja de la imputada”, a punto tal que un testigo declaró que Federico “llevaba al hijo de 5 años de ella a la escuela en moto”.
Por el lado de la defensa de Cion, el abogado particular Sebastián Oroño, planteó que “no hubo intención” de matarlo por parte de su pupila y refirió que previamente “hubo una discusión, un forcejeo, que se trasladó al living. Ella amenazó con llamar al número de protección de la mujer. Él le tiró el celular, ella lo fue a buscar y recordó que en el mueble estaba su arma reglamentaria. La usó para echarlo, y cerró la puerta con llave. Él comenzó a patear la puerta del garaje, quiso ingresar a la casa por una ventana. Para asustarlo, ella le dijo que se vaya o iba a disparar”. Finalmente “disparó al costado, entendemos que la bala tuvo que haber rebotado y por eso le pegó a Rodríguez”, relató Oroño, quien sostuvo que por eso el plomo “ingresó por la zona media axilar derecha”.
Para mejorar la situación de la mujer, la defensa agregó que se trataba de una relación mediada por la violencia de género. Y citó a las hermanas de Tania Cion, quienes habrían dicho que “él la hostigaba y maltrataba psicológicamente desde hacía más de un año”. También planteó que el caso debería enmarcarse bajo la figura de “homicidio culposo” y solicitó alternativas a la prisión preventiva, caso contrario se le imponga la domiciliaria, puesto que tiene dos hijos menores de 5 años.
Enfático en su respuesta, el fiscal Nessier contestó al defensor que “en el relato extenso que hizo hay circunstancias que la fiscalía desconoce” y que “la entrevistas a las hermanas no están formalizadas”. Además, sostuvo que “según las evidencias en los legajos no existe impacto o rebote (de la bala), en algún lugar” y ratificó el pedido de prisión, que a fin de cuentas fue ordenada por la jueza Carrara.
Consultado acerca de un posible caso de violencia de género previo, el fiscal Francisco Cecchini reconoció que “el planteo de la defensa lo vamos a atender” y aclaró que “lo que nosotros dijimos hoy (por el jueves) fue que esas cuestiones las investigamos y hasta ahora no tenemos nada que lo acredite. Pero además, que esa cuestión tenga una incidencia directa en el hecho concreto, porque podrían haber pasado un montón de cosas en la vida de las personas previo al hecho, y las que tengan incidencia en la causa se tomarán en cuenta”.
Ante le planteo de la defensa de la policía Cion de que el disparo fatal fue producto de un rebote de la bala, el fiscal Cecchini ordenó realizar una segunda pericia científica y “hasta ahora de los primeros procedimientos no encontramos una marca compatible con un rebote de una bala”, destacó. “Solicitamos una nueva pericia tratando de descartar cualquier error, no tengo el resultado oficial pero por lo que me han adelantado no hay orificio en la pared compatible con un rebote de bala”, cerró.