El Litoral
Melani Gorondon recibió un balazo en su cabeza cuando estaba en la vereda de su casa. Durante horas agonizó en el hospital de Niños.
El Litoral
Danilo Chiapello
Ayer a la siesta Melani Aylen Gorondon (11) salió de su casa en Santiago de Chile al 5600 (barrio Schneider) y cruzó hasta lo de un vecino donde hay una “Pelopincho”.
La niña, que estaba acompañada por su hermana Macarena, buscaba algo de sosiego para el sofocante calor que imperaba en la tarde de la víspera.
Al cabo de unos chapuzones la pequeña regresó a su domicilio y fue al encuentro de su padre, Hugo, a quien le pidió que le compre unos "juguitos".
Fue el último acto en vida de Melani.
El momento tuvo un inesperado giro cuando de repente aparecieron en escena dos individuos a bordo de una motocicleta. Los recién llegados eran muchachos jóvenes, que estaban a cara descubierta. Uno de ellos portaba un arma de fuego.
Y fue éste último quien inició un demencial ataque a tiros contra el grupo de personas que, desesperadamente, intentaban buscar algún refugio.
En medio de los disparos Hugo alcanzó a decirle a Melani que se tire al suelo. “No papi... ya me pegaron”, fue la respuesta que dio la niña antes de caer al suelo en un charco de sangre.
La niña recibió un balazo que la impactó de lleno en su cabeza. El proyectil ingresó por la frente y salió a la altura de la nuca.
El padre alzó en brazos a su hija y corrió hasta la esquina en busca de auxilio. Allí fue un familiar el que cargó el cuerpo en un vehículo particular y partió a toda velocidad hacia el hospital de Niños.
Ya en dicho nosocomio la menor fue sometida a una delicada intervención quirúrgica, trámite que demandó varias horas de trabajo profesional. Finalmente, pese a los esfuerzos realizados, poco antes de la medianoche se produjo el deceso de la pequeña.
El Tatú y el Brian
Como autores del criminal ataque se señala a dos malvivientes a quienes en el barrio se los conoce por sus apodos. “Los que hicieron esto fueron el Tatú y el Brian”, dijeron hoy algunas fuentes consultadas en el lugar.
Agregaron que éstos no actúan solos, sino que son parte de la Banda del Tuki, un "rejunte" de siniestros personajes que cometen todo tipo de tropelías y que, increíblemente, gozan de absoluta libertad.
“Estos delincuentes andan a los tiros en todos lados. Andan robando por la avenida Peñaloza y después hacen tiroteos en Schneider y en Villa Hipódromo. Aquí todos los vecinos los conocen. Pero cuando la policía los detiene, enseguida vuelven a salir en libertad”, sentenciaron.
“Los disparos eran para mí”
“Los disparos eran para mí”, fue la macabra sentencia con la que nos recibió esta mañana Marcos, uno de los seis hermanos de Melani.
- ¿ Por qué decís eso?, le preguntamos.
- Porque vinieron a tirotearme a mí. Mi hermanita no tenía nada que ver. “Yo ya tengo cinco balazos por otros hechos”, agregó, mientras nos muestra las cicatrices que esos percances dejaron en su cuerpo.
Vaciaron un cargador
“Yo estaba sentado acá en el frente de mi casa junto con mi hermano Darío. Melani y su hermana Macarena estaban en la casa de un vecino donde hay una 'Pelopincho'", recordó hoy Hugo (el padre de la niña) en diálogo con El Litoral.
"En eso las chicas se vienen para acá a pedirme que le compre unos juguitos. Fue cuando aparecen dos tipos en una moto, los que comenzaron a tirar. Hicieron un montón de disparos... vaciaron un cargador. Alcancé a gritar ‘¡tirate al suelo nena!. Pero Melani me contestó: ‘No papi... ya me pegaron’, Y estaba toda llena de sangre. La bala le pegó en la frente y le salió por atrás".
Por último Hugo sostuvo que “me llevaron lo que más quería en el mundo. Era mi hija más chiquita, una inocente total. A quien podía hacerle mal si era un angelito”, comentó entre lágrimas.