Tarde de perros en barrio Mayoraz. Cuatro sujetos fuertemente armados protagonizaron una feroz balacera en las calles del barrio y dentro de un inmueble ubicado en 1° de Mayo 6500.
Los incidentes ocurrieron en la zona de 1° de Mayo 6500. Participaron cuatro hombres, que se movilizaban en dos vehículos: un Bora y un Vento. También hubo disparos dentro de una vivienda.
Tarde de perros en barrio Mayoraz. Cuatro sujetos fuertemente armados protagonizaron una feroz balacera en las calles del barrio y dentro de un inmueble ubicado en 1° de Mayo 6500.
De acuerdo al testimonio de los vecinos fueron más de 30 detonaciones las que se escucharon en la zona mencionada y sus alrededores.
Varios de los disparos impactaron contra los frentes de domicilios particulares y en un local comercial. Solo por obra y gracia de la buena fortuna, no hubo que lamentar víctimas inocentes.
Los protagonistas de este grave suceso fueron cuatro hombres, lo que se movilizaban a bordo de dos automóviles; un un VW Bora, de color blanco y un Vento, de color gris.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 16,30 horas, cuando uno o dos de los individuos ingresaron a una vivienda ubicada en el mencionado número y, con rostros cubiertos, amenazaron a sus ocupantes.
La casa, hogar de dos personas mayores, se encontraba vacía en ese momento, pero sus hijos solían frecuentarla, según se supo.
La incursión fue seguida por detonaciones, algunas de ellas en el interior del inmueble y otras en la vía pública.
Uno de los hijos de los propietarios, al ser entrevistado por las autoridades, reveló haber recibido amenazas telefónicas de un número desconocido en días previos.
Sospecha que el incidente podría estar vinculado a dichas amenazas, aunque no descarta la posibilidad de que el motivo se relacione con el negocio de alquiler de viviendas que sus padres llevan a cabo.
Según sus declaraciones, la familia posee varias propiedades destinadas a alquiler, lo que podría haber despertado conflictos con terceros.
Desde el lugar de los hechos, personal policial procedió al secuestro de tres pistolas, un revólver y una escopeta.
Siguiendo las directrices de la fiscal Trosero, se llevó a cabo la aprehensión de uno de los individuos, quien formaba parte de la familia que ocupaba la vivienda donde se produjeron los ataques.