En un hecho sin precedentes en la región, la Municipalidad de El Trébol, junto a las fuerzas de seguridad, desmantelaron un peligroso reducto situado en la Manzana 93 de esta ciudad.
Tras gestiones municipales, fuerzas de seguridad desmantelaron un reducto que tenía en vilo a todo un gran barrio de la zona sur.
En un hecho sin precedentes en la región, la Municipalidad de El Trébol, junto a las fuerzas de seguridad, desmantelaron un peligroso reducto situado en la Manzana 93 de esta ciudad.
Tras años de conflictos de todo tipo en ese lugar, con los vecinos aterrados y cientos de denuncias por hechos de violencia, tenencia de armas de fuego y disturbios de todo tipo, el Municipio resolvió poner punto final a un conflicto que alteraba la paz del vecindario y preocupaba a las familias del lugar.
En esa edificación, precaria y carente de todo tipo de servicios básicos, convivían en condiciones extremas, decenas de familias, en la peor condición higiénica que se pueda imaginar. Por los numerosos tumultos y hechos delictivos, los reclamos de la gente del vecindario, se hacían escuchar con cautela, por el miedo a represalias.
Al respecto, la intendente de El Trébol, Natalia Sanchez, manifestó: “No miramos al costado y no desestimamos cuestiones que le hacen mal a la ciudad. Decidimos enfrentar esta situación de muchos años y de tanto insistir ante todos los organismos, trabajamos en equipo con el Ministerio de Justicia, nuestro senador y las fuerzas, logrando allanar este lugar habitado por delincuentes. Se había convertido en un foco de inseguridad. Los vecinos se encontraban inmersos en tiroteos, los niños no podían salir a la calle y convivían con el miedo”.
La manzana 93 fue tristemente célebre en la ciudad, por los hechos de inseguridad, violencia, tiroteos y siempre fue identificada como un epicentro peligroso, a pesar de vivir en ese sector, muchas familias trabajadores.
“Es muy triste lo que se vivía. Esta vivienda, que era ilegal y no estaba habilitada, albergaba a personas en situación de hacinamiento, sin luz, sin baños. Era un conventillo en condiciones infrahumanas. No se podía vivir ahí. Desde el área social, nos hicimos cargo de aquellas personas que quieren vivir bien, pero no de quienes alteran la paz de esta ciudad. Tengo que agradecer a mis funcionarios que hicieron todo lo que tenían que hacer y a las fuerzas que nos respaldaron. Nosotros queremos una ciudad segura y en paz”, indicó Sánchez.
El gobierno municipal, encaró un allanamiento seguido del desmantelamiento del edificio, amparado por la justicia y el Gobierno de Santa Fe, que tomó cartas en el asunto.
Sanchez manifestó: “Nos apoyó el Gobierno Provincial, que quiere una provincia segura. Nos acompañó infantería, la comisaría y la Unidad regional XVIII. Cada acción fue abalada por el Ministerio de Justicia. Tanto el allanamiento como la destrucción de un lugar que estaba con riesgos estructurales muy visibles”.
El día del operativo, sólo quedaban los “administradores” del reducto, siembre envueltos en todo tipo de conflictos y una familia más. “Sólo quedaban dos familias de las más de 20 que hubo. Durante meses y meses fuimos hablando con unas y otras familias para conseguirles un lugar digno para vivir y en el día del allanamiento sólo quedaban 3 familias. La gente que vivía ahí estaba en riesgo, como el barrio y la comunidad. Los vecinos de la manzana 93 van a vivir en paz. Recibí un montón de mensajes de familias agradecidas que me decían que sus hijos ahora iban a volver a jugar al fútbol en la calle de manera tranquila”.
Por su parte, la Licenciada Flavia Sosa, Director de Orden Público, indicó: “Recibimos el pedido del Municipio, agrupamos al personal de la Unidad Regional XVIII, Infantería, Comisaría IV y Comisaría II. Se hizo el operativo junto a personal de tránsito. Se habló con las familias y las asistentes sociales jugaron un excelente papel. Se cargaron las pertenencias de las familias en camiones y se llevaron a los lugares que ellos nos asignaron”.
Sosa contó que “al principio hubo resistencia de unas personas. El fiscal nos ordenó proceder a la aprehensión de las mismas por desobediencia porque había una orden del Juez que había que cumplir y después recuperaron la libertad. No recuerdo en el departamento San Martín que haya habido algo así y marca un precedente. El compromiso de esta municipalidad dio un gran fruto”.