Danilo Chiapello | dchiapello@ellitoral.com
Esta madrugada se produjo un nuevo descarrilamiento en Guadalupe. Es el sexto siniestro en una semana.
Danilo Chiapello | dchiapello@ellitoral.com
Estos últimos días fueron una noticia reiterada. Un tren que descarrila. Aunque en algunos de los casos, el siniestro vino con un peligroso adicional: la apertura de las boquillas de algún vagón y el robo de parte del cargamento.
Sólo en los últimos 8 días se produjeron seis incidentes.
Tres ocurrieron de manera consecutiva en Juan del Campillo y Pedro Vittori; los restantes en Vélez Sarsfield y Lavaisse; en Vélez Sarsfield altura bulevar Muttis y esta madrugada en Dorrego al 8000.
Problemas de infraestructura
“En la mayoría de los casos es el mal estado de la infraestructura vial lo que hace que los trenes descarrilen”, explicó Carlos Funes, gerente de Relaciones Institucionales del Belgrano Cargas en diálogo con El Litoral.
“Si bien estamos renovando gran parte de la traza, en el caso de la ciudad de Santa Fe, no se hizo mucha inversión sobre la traza actual. Sólo se hicieron mantenimientos livianos”, agregó.
Respecto a los siniestros recientes, Funes opinó que “todavía estamos analizando las causas de estos últimos descarrilamientos. Todos saben que pasamos a muy baja velocidad por la ciudad de Santa Fe, debido a la cercanía de construcciones y bicisendas con la vía. Eso no debería ocurrir porque la ley determina que deberían estar a no menos de 10 metros del eje de la vía.
Pero a lo largo de los años se fueron concediendo permisos en algunos casos y haciendo la “vista gorda” en otros. Además como el tren comenzó a disminuir su circulación, la gente comenzó a tomar más confianza y a acercarse”.
Rapiña y algo más
Consultado sobre los hechos de robos, el funcionario sostuvo que “aprovechan la baja velocidad en que circulamos, o cuando el tren se detiene por algo como puede ser un descalce. Muchas veces lo que pasa es que una rueda o dos se salen de la vía. Eso es un descalce. En cambio un descarrilo es lo que viene seguido de un vuelco, cuando se sale media formación o toda.
Muchas veces lo que nos pasa es que nos descalzamos porque el conductor tiene que hacer alguna maniobra. Nos pasó la semana pasada en que se nos cruzó un auto en la vía. El maquinista frenó y al amontonarse los vagones, eso hace que alguno se descalce. Al pasar eso la formación se detiene y muchas veces ese momento se aprovecha para golpear la boquillas, hacer que caigan los granos para luego poder cargarlos.
Más allá de que en la mayoría de los casos hay una finalidad delictiva (juntar el grano para venderlo), en otros casos se trata más de lo que consideramos una ratería. Todos los días tenemos locomotoras que son atacadas con piedras, en una suerte de rapiña”.
Barreras automáticas
Por último deslizó que “estamos pensando en poner algunas barreras automáticas en Santa Fe para que el tren pueda tomar un poco más de velocidad y evitar estos descalces.
Estamos yendo con seguridad todo el tiempo. Hicimos un acuerdo con la policía para llevar un personal de adicional. La idea es que cuando vean al uniformado desistan de asaltarnos, pero a veces ni siquiera eso alcanza. Lo terminan haciendo igual”, culminó.
Lo del maquinista asaltado no quedó claro
“Estoy al tanto de ese hecho”, dijo Funes. “Hicieron parar el tren y se robaron un matafuegos, una radio y otros elementos. No quedó muy claro el motivo, porque se llevaron cosas que no les sirven a nadie. No sabemos bien qué hacía esa cantidad de gente en la zona (unas 50 personas). No me parece que estaban por el robo. Quizás estaban por otro tema, y justo apareció el tren y lo atacaron. La verdad que fue un hecho bastante particular, que por suerte no se repitió.
Matemáticas
“Hoy estamos circulando con el triple de trenes a los que circulaban en 2015. Eso con las vías casi en el mismo estado. Y esto es de probabilidad matemática: mientras más circulamos, más posibilidad de descarrilar tenemos”, dijo Funes