Dos mujeres fueron imputadas como coautoras de estafas, en el marco de una investigación que también involucra a un hombre que se encuentra preso en la cárcel de Las Flores. Se habrían apoderado de casi un millón de pesos.
El preso utilizaba la plataforma de Facebook para ofrecer vehículos y luego contactaba a los interesados con las "gestoras".
Dos mujeres fueron imputadas como coautoras de estafas, en el marco de una investigación que también involucra a un hombre que se encuentra preso en la cárcel de Las Flores. Se habrían apoderado de casi un millón de pesos.
Se trata de Joana Z. y Estela Alejandra U., de 32 y 54 años, quienes son la pareja y la suegra del detenido. El hombre contactaba a las víctimas a través de redes sociales para perpetrar los delitos, ofreciendo vehículos a la venta, para luego transferir a los interesados con las imputadas, diciéndoles que eran sus “gestoras”.
Las atribuciones delictivas fueron realizadas por el fiscal Alejandro Benítez ante el juez de la Investigación Penal Preparatoria Octavio Silva, en una audiencia que tuvo lugar en los tribunales de la capital provincial.
Las mujeres fueron imputadas como coautoras del delito de “defraudación por estafa”.
Benítez informó que “a partir de un acuerdo previo con las dos mujeres investigadas, el detenido en Las Flores ofrecía diferentes vehículos a la venta en el Marketplace de la red social Facebook”. En tal sentido, agregó que “para hacer las publicaciones utilizó diferentes perfiles”.
El funcionario del MPA relató que “al ser contactado por interesados en adquirir motocicletas y automóviles, el hombre iniciaba conversaciones con esas personas y las derivaba con las imputadas, quienes eran presentadas como ‘gestoras’”, y precisó que “ellas hablaban con las víctimas por WhatsApp”.
El fiscal remarcó que “las mujeres investigadas les decían a los potenciales compradores que debían entregar señas para reservar los vehículos y les brindaban los datos de cuentas bancarias a nombre de ellas para que abonaran por transferencia”.
En tanto, sostuvo que “una vez que recibían el dinero, las imputadas proponían puntos de encuentro en los que a la hora convenida no aparecía nadie o dejaban de responder mensajes y llamadas”. Según aseveró, “es evidente que el objetivo era estafar a las víctimas”.
“Entre marzo y julio de este año, la pareja y la suegra del hombre detenido se apoderaron ilegítimamente de 922.000 pesos que les enviaron tres personas a las que engañaron mediante la maniobra delictiva”, detalló Benítez.
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