Jéssica Osorez fue otra víctima de violencia que terminó en un trágico final y conmocionó a la provincia de Tucumán. La noche del 21 de septiembre del 2020 la mujer mató a su marido para terminar con el infierno que la atormentaba hace nueve años.
Jéssica Osorez fue acusada de homicidio agravado por el vínculo y cumplía una prisión domiciliaria. El fuerte relato del infierno que vivió.
Jéssica Osorez fue otra víctima de violencia que terminó en un trágico final y conmocionó a la provincia de Tucumán. La noche del 21 de septiembre del 2020 la mujer mató a su marido para terminar con el infierno que la atormentaba hace nueve años.
En un momento de discusión y desesperación tomó un cuchillo y asesinó a Javier Hernán Gómez, quién además de su esposo, era el padre de dos de sus tres hijos. Desde allí, a pesar de que el fiscal de la causa, Carlos Sale, había solicitado una condena de ocho años, Osorez quedó en prisión domiciliaria.
Finalmente, tras una larga lucha, ella recuperó su libertad y dará a luz a su cuarto hijo sin la tobillera electrónica. Para la justicia de Tucumán, la mujer actuó en “legítima defensa” y la “absolvió sin costas”.
Antes de conocer la sentencia vía Zoom, ella suplicó: ¿Qué pasaba si él me mataba a mí? ¿Qué sería de mis hijos? No soy una criminal, les pido otra oportunidad, señores jueces, por la vida de mis hijos y para que ellos sean gente de bien el día de mañana”.
Y tras escuchar la resolución donde la declararon “víctima de violencia de género”, expresó: "Pido perdón sinceramente porque soy madre y sé el sufrimiento como madre. Yo entiendo el dolor que ellos llevan. Yo lo entiendo porque yo también vivo día a día el dolor”.
Y continuó: “Solamente oro y le pido a Dios que le perdone sus pecados y esté en un mejor lugar. Pero sí, yo me aguanté miles de golpes, de humillaciones, nadie sabe lo que uno pasa entre cuatro paredes”.
La noche del asesinato
Todo comenzó cuando Javier Gómez volvió a la casa donde vivía la familia alcoholizado y la forzó a Osorez a tener relaciones sexuales. En ese momento, ella tomó un cuchillo y en medio de una terrible discusión porque se negaba a acostarse con él, lo apuñaló y lo mató.
“Me quería obligar a hacer cosas que no quería. Entonces empezamos a discutir y le dije que se vaya. No quería irse, me empezó a forzar en la cama y mi bebé lloraba. Le decía ‘no te importa ni tu hijo' y ‘hasta aquí llegué’. Empezó a estrangularme hasta que salí de la pieza y él me siguió. Ahí me empezó a pegar y a decir que andaba con diez mil hombres. Le decías no y para él era sí”, describió Osorez.
Y sostuvo: “Ese día me decía que antes de irse me iba a matar. No me iba a dejar libre para que yo pudiera estar con otro. No quería que esté con nadie. Yo solamente me defendí. Entré a la cocina y me empezó a pegar. Me agarró del pelo y se me vino encima. Y yo me defendí con el cuchillo.
En su relato ella concluye diciendo que no era “su intención acabar con la vida de él, pero esa noche era él o ella”. Y que además está “muy arrepentida” porque no se considera “una mala persona”.