Una pareja que dormía en una casilla rodante ubicada en un lote de la esquina de Uriburu y Victorino de la Plaza de Sauce Viejo se salvó milagrosamente de las llamas que fueron provocadas por desconocidos, para obligarlos a abandonar el lugar en el marco de un conflicto por la posesión del inmueble.
El humo los despertó alrededor de las tres de la mañana de este viernes y con lo que tenían a mano pudieron sofocar el incendio que según se cree, fue iniciado intencinalmente con una botella con combustible, con el que rociaron una mediasombra e incluso el vehículo particular de los damnificados, que alcanzaron a salvar de la acción de las llamas.
Por el caso se radicó una denuncia en la comisaría de Sauce Viejo, la misma donde desde julio de este año se encuentra radicada una primera presentación por la usurpación del terreno a manos de terceros.
En plena pandemia, y desde hace ya casi cinco meses, quienes se presentan como legítimos propietarios del inmueble (con escritura mdiante), aseguran que producto de este conflicto llegaron a recibir graves amenazas.
La última se produjo el jueves por la tarde, cuando Gustavo Devoto, uno de los dueños del lugar, estaba jugando junto a su hijo en la esquina.
“Ayer (por el jueves) a la tarde pasó una Fiorino modelo nuevo, yo estaba jugando con el pibe mio, frenó y el conductor me dijo: ‘¿Viejo vos sos el dueño del terreno?’. Le contesté que sí y me dice que ‘esto no es tuyo, es nuestro’ y me preguntó si yo había hecho la pileta. ‘¿Quién sos vos?’, le pregunté y me contestó que ‘pasaba a avisarte que vayás saliendo porque mañana te vamos a sacar de acá’”.
“Eso fue alrededor de las 20.30 y hoy (viernes) a las 3 de la mañana nos prendieron fuego con una botella con nafta”, se lamenta el hombre de 50 años, que asegura que él junto a sus hermanos, son legítimos propietarios del bien que heredaron de su abuelo.
“Rociaron la media sombra, el auto en la parte de atrás, prendieron fuego y se fueron”, relató la víctima. “Estaban justo mi cuñado y mi hermana durmiendo adentro de la casilla y alcanzaron a apagar lo que pudieron”, completó Devoto.
Fue tanta la desesperación, que ninguno de los dos alcanzaron a ver nada y lo primero que atinaron fue a llamar al 911 donde consta la denuncia.
El caso se remonta a mediados de 2020, cuando Devoto se encontró con que en el terreno de 30 por 12 metros de superficie, alguien colocó una pila de ladrillos. Comenzó a preguntar y se encontró con una persona que le dijo haberlo comprado por boleto y que se empezó a hacer una pileta.
Devoto y su familia hicieron la denuncia policial y se inició un trámite lgal que lejos de resolverle el conflicto, ha permitido que éste se acreciente. Para evitar que la obra siga avanzando, los hermanos Devoto decidieron colocar una casilla rodante el 5 de septiembre y desde entonces se turnan para que no los invadan. Mientras tanto, continúan una batalla judicial con el supuesto comprador.
Desde el mismo mes de septiembre vienen sufriendo una serie de amenazas en las que les preanunciaron en al menos tres oportunidades que los sacarían por la fuerza. Este viernes la promesa parece haberse cumplido. Sin embargo los Devoto, plantaron bandera y aseguran que seguirán firmes en el lugar y piden a la justicia el amparo que hasta el momento no les ha dada.