Danilo Chiapello | dchiapello@ellitoral.com
Los cadáveres no presentan signos de violencia. La camioneta Renault Duster sigue sin aparecer. Hay análisis toxicológicos en marcha. ¿Fue un pacto suicida?
Danilo Chiapello | dchiapello@ellitoral.com
El caso de los infortunados esposos hallados muertos la noche del miércoles en su casa de barrio Sur, es hasta el momento un misterio que plantea varios interrogantes.
Ni bien conocida la penosa noticia, la primera sospecha que se puso en marcha fue la de un posible caso de robo seguido de muerte. Sin embargo esta posición fue también la primera en quedar prácticamente descartada.
Y esto es así por algunas cuestiones puntuales.
La Renault Duster
* En principio las puertas y ventanas de la vivienda de calle Francia al 1100 no presentaban ningún indicio de haber sido violentadas. A su vez el interior del inmueble también estaba en perfecto orden.
El único elemento faltante de la vivienda es la camioneta Renault Duster que era propiedad del matrimonio.
Nadie pudo precisar hasta el momento si dicho vehículo está guardado en algún taller mecánico, lavadero, service, etc. No obstante lo anterior asoma como una posibilidad remota debido a la trascendencia pública del hecho. Por caso, si alguien estaría al cuidado de dicho vehículo ya lo habría dado a conocer.
Atento a este detalle no sería descabellado pensar en una posible sustracción del rodado en cuestión.
Cuerpos sin signos de violencia
Los cuerpos de Rafael Spino (62) y Mónica Rampazzo (60) no presentan signos de violencia.
Así lo confirmó esta mañana la fiscal que interviene en esta causa, doctora Ana Laura Gioria, quien comentó en conferencia de prensa los resultados preliminares de las autopsias.
La funcionaria del MPA indicó además que, a partir de esta situación, están en marcha una serie de analísis toxicológicos.
Y en este punto conviene hacer un apartado.
Dentro del inmueble, además de los esposos, había otros dos seres vivos. El hijo de la pareja, Rodrigo (33), quien padece un severo cuadro de parálisis y no puede valerse por si mismo, y la mascota de la familia (un perro).
Estos últimos fueron hallados con vida (aunque el muchacho con un agudo cuadro de deshidratación).
La ingesta de algún tóxico que haya generado la muerte de los esposos (en una suerte de pacto suicida), es otra de las hipótesis en marcha.
La piedra y el cuchillo
Como ya dijimos, el interior de la casa estaba en perfecto orden.
Los cuerpos de Rafael y Mónica estaban tendidos en el suelo del comedor; el hombre boca abajo y ella en posición contraria.
Junto a ellos había una mesa dispuesta con todos los elementos como para una cena o un almuerzo.
Pero hubo un detalle que llamó la atención de los investigadores.
Mónica tenía apoyada en su abdomen una piedra de regulares dimensiones, como las que usualmente se utilizan para adornar un jardín. Apenas más grande que una pelota de tenis.
Y junto al cuerpo de la mujer había un cuchillo de cocina. Enigma.
La data de muerte
De acuerdo al estado que presentaban las víctimas, se estimó que sus decesos datarían de entre cuatro a cinco días.
Según algunas versiones a los infortunados se los escuchó discutir fuertemente durante el fin de semana.
Las últimas personas que intentaron entrar en contacto con los esposos fueron el terapista del hijo, y la empleada doméstica.
Ambos, en distintos horarios, acudieron el lunes hasta la vivienda de barrio Sur donde llamaron y nunca fueron atendidos.
Pero fue la empleada doméstica quien insistió en ubicar a sus patrones. Y ante la falta de respuestas, y los olores que advirtió al acercarse al inmueble, decidió dar aviso a la policía en la noche del miércoles.