Luego de que la Cámara Penal de Venado Tuerto absolviera al músico y docente Juan Alfredo “Fredy” Dabove en una causa por abuso sexual agravado -por la que había sido condenado en primera instancia a 11 años de prisión-, su hermano Javier Dabove ofreció una conferencia de prensa en la mañana de este miércoles.
Allí agradeció el respeto con que la mayoría de la sociedad trató el caso y subrayó que el objetivo ahora es recuperar el vínculo con los hijos del músico, interrumpido desde hace cinco años.
“La Justicia ya habló”
“La situación cambió, por suerte, y queríamos hablar de los aspectos sociales y familiares. Ya los abogados de Fredy explicaron los detalles jurídicos, y nosotros queríamos enfocarnos en lo humano”, expresó Javier Dabove ante los medios.
En su mensaje, agradeció a los periodistas por el tratamiento respetuoso del caso, y a los amigos y conocidos que acompañaron a la familia durante el proceso: “El apoyo ha sido inmenso, el respeto ha sido gigante”, afirmó.
También apuntó contra la querella, a la que acusó de haber impulsado una denuncia falsa. “Había un régimen de visitas y una cuota alimentaria vigente antes de las denuncias. Sin embargo, Fredy no podía mantener un vínculo con sus hijos. Ahora, queremos que se sepa que estamos predispuestos a encarar un proceso de revinculación con seriedad, respeto y amor”, aseguró.
Dolor y daños colaterales
Dabove remarcó que la denuncia no sólo afectó a su hermano, sino a toda la familia. “Nuestra madre falleció a raíz de la angustia. No hay autopsia que lo muestre, pero quienes la conocieron lo saben. La tristeza de no poder ver a sus nietos la consumió. Y detrás de ella, estamos todos: una hermana, un abuelo, tíos, primos, todos impedidos de contacto con esos niños”.
Recordó que nunca hubo un indicio de rechazo por parte de los chicos hacia su entorno paterno. “Los chicos disfrutaban de venir a la casa del papá, de compartir con sus abuelos. No hubo jamás una expresión de malestar de su parte. Fuimos arrancados de sus vidas sin razón”.
Conmovido, relató que este jueves es el cumpleaños número 10 del hijo menor de Fredy. “Va nuestro saludo más sincero para él, con tristeza pero también con esperanza”.
Presión social y respaldo silencioso
Sobre las consecuencias emocionales, Javier fue enfático: “Fredy estuvo preso 21 días siendo inocente. Además, pasó cinco años sin ver a sus hijos. ¿Pueden dimensionar ese daño psíquico?”.
Si bien reconoció que hubo intentos de difamación, valoró el respaldo mayoritario: “En una denuncia de semejante calibre, si hubiera existido algún otro elemento, la condena social habría sido tremenda, y eso no pasó. Incluso, no fue Fredy quien se fue de la ciudad, sino otros”.
Apuntó contra la familia materna de los niños, recordando un episodio en el que se grabó un video en presencia de los menores. “Los niños lloraban, y les decían: ‘Tu papá va a estar preso mucho tiempo’. ¿Cómo van a explicarles ahora esa vulneración de derechos?”, cuestionó. “Nosotros, en cambio, pensamos en la reparación, en la conciliación”.
Situación laboral y reconstrucción personal
En lo laboral, indicó que Dabove fue cesanteado de la Municipalidad y que ahora dependerá de las autoridades su eventual reintegro. “Desde lo legal no hay impedimentos. En las escuelas lo están esperando, y quedará en él si decide retomar”, dijo.
Pese a todo, Fredy nunca dejó de ejercer su vocación. “En estos cinco años, siguió dando clases particulares a niños, adolescentes, personas con discapacidad y adultos mayores. Aunque perdió la mitad de sus alumnos, el vínculo con la música fue también una forma de sostén”.
En cuanto al aspecto económico, subrayó que “una denuncia falsa perjudica muchísimo, porque además del dolor hay que embarcarse en un proceso judicial largo y costoso”.
Críticas a pericias y a profesionales intervinientes
Dabove fue muy crítico con la labor de algunos peritos y profesionales que participaron en la causa. “Hubo informes contradictorios, observaciones mal formuladas, psicólogos y pediatras que fallaron gravemente. Eso también generó un daño, y cada uno deberá hacerse cargo”.
Detalló que la absolución fue producto de un minucioso trabajo de la defensa: “La Justicia le dio lugar a la apelación tras un gran trabajo de los doctores Domínguez y Marchisio. Leí las 48 fojas del fallo. Fue contundente. No hubo nunca una posibilidad de probar un hecho. Era la construcción de un relato ficticio a partir de fragmentos recortados en entrevistas psicológicas mal conducidas y en cámara Gesell con falencias técnicas”.
Camino hacia la revinculación
El mensaje central fue claro: “Queremos pensar en la reparación. Hay una bandera de fraternidad y amor para recorrer. La Justicia ya se expidió. Ahora empieza otro camino”.
Consultado por la situación actual de los menores, Javier fue cauto. “No sabemos cómo están, porque nunca quisimos invadir su vida. No los buscamos por redes ni fuimos a la localidad donde viven. Pero sí sabemos que, en el momento de la denuncia, la madre estaba en pareja con alguien que tenía los mismos cargos que le hicieron a Fredy. Eso nos preocupa”.
Finalmente, aclaró que su hermano está en permanente contacto con sus abogados y que evalúa acciones legales por la falsa denuncia, pero sin perder de vista lo prioritario: “Hay una reparación del vínculo familiar que también se construye desde lo legal. Pero lo esencial es volver a abrazar a esos niños”.
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