Vera: prisión domiciliaria para la mujer policía que cometió estupro por venganza

En la audiencia de medida cautelar que tuvo lugar este lunes en los Tribunales de Vera y que fue presidida por el juez Gustavo Gon, la justicia resolvió otorgar el beneficio de prisión domiciliaria a la condenada por estupro, cometido el año pasado en perjuicio de un adolescente en inmediaciones de Santa Fe y Alvear de esa ciudad del norte provincial, al que le realizó prácticas sexuales sin que él brindara su consentimiento.

La condenada, oriunda de Malabrigo, obtuvo el beneficio de prisión domiciliaria “en base a los derechos del Niño, de raigambre constitucional, la necesidad que tienen sus hijos de 7 y 11 de que ella los asista ante el estado de vulnerabilidad que presentan los menores y tratados internacionales que están por encima de las leyes de ejecución de la pena”, de acuerdo a lo expresado por sus patrocinantes legales, los abogados Sixto González y Agustín Bergel.

El decisorio judicial anexó que Kaufmann tendrá además la posibilidad de salidas permitidas para trámites que tengan que ver con la guarda de los menores.

El fiscal que representó al MPA fue Valentín Hereñú; se opuso a la medida y reclamó que la mujer quedara detenida bajo el argumento de que “no encuadra en parámetros para domiciliaria” y dijo que evaluará si apela la medida.

La sentencia para esta mujer cuya ocupación era ser policía de la Guardia Rural Los Pumas fue confirmada la semana pasada por la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Vera, que fijó la pena de tres años y cuatro meses de prisión por la autoría del delito de estupro. El fallo de la Alzada fue dispuesto por el camarista Eduardo Bernacchia, quien no hizo lugar a lo solicitado en el recurso de apelación que presentó la defensa, ejercida anteriormente por otro letrado.

Acto no consentido

El escabroso hecho ocurrió en madrugada del 11 de junio de 2023 a la salida de un boliche bailable de la ciudad. A las 5:30 de aquella madrugada de domingo, "en inmediaciones de Santa Fe y Alvear, Kaufmann le realizó prácticas sexuales al adolescente, sin que él brindara su consentimiento”, aseveró el fiscal Hereñú.

El funcionario a cargo de la investigación recordó que “el contexto del caso es complejo porque la condenada cometió el estupro como parte de un plan para vengarse del padre de la víctima, lo cual se consideró probado en el debate y fue ratificado por el magistrado que revisó el fallo”.

Hereñú indicó que “la condenada fue representada en la audiencia de apelación por un abogado defensor diferente al que lo hizo durante el juicio”, y puntualizó que “los agravios al fallo se basaron en una hipótesis distinta a la planteada por esa parte durante el debate”. Según subrayó el funcionario del MPA, “en ambas instancias, se dio por acreditada nuestra teoría”.

Asimismo, señaló que “más allá de que la defensa planteó que la pena impuesta era excesiva, el camarista manifestó que lo dispuesto en ese sentido es razonable”, y añadió que “el monto es muy similar al que habíamos solicitado en nuestros alegatos”. Por otro lado, destacó que “como ya había sucedido durante el juicio oral, se debatió acerca de la inmadurez sexual del adolescente”.

Al respecto, explicó que “el abogado defensor se opuso a ese concepto con el argumento de que la víctima había ingresado de manera indebida a un local bailable para personas mayores de edad y consumido bebidas alcohólicas cuya venta está prohibida para menores, circunstancias que de ninguna manera son determinantes para presumir la madurez sexual de un joven”.

“Además, tras analizar la sentencia condenatoria, el camarista coincidió con el juez de primera instancia en que el adolescente no consintió los actos de contenido sexual que Kaufmann llevó a cabo bajo su exclusiva dominabilidad”, agregó Hereñú.

En tanto, el funcionario del MPA resaltó que “el magistrado de la alzada avaló lo que el fallo recurrido afirma sobre la violencia psicológica y sexual a la que la víctima fue sometida por parte de la condenada”.

Mensajes comprometedores

En cuanto a la planificación del hecho, Hereñú indicó que “la mujer de 36 años obtuvo el número de teléfono celular del joven a través de un amigo de él, y le escribió mensajes de WhatsApp en los que lo invitaba a irse juntos de un boliche en el que ambos estaban”. En tal sentido, precisó que “sin saber quién era la mujer, la víctima salió del local bailable y se encontró afuera con ella”.

Tras caminar unos metros por un recorrido que la condenada iba indicando al adolescente, llegaron a un sitio oscuro en el que tuvo lugar el ilícito”, detalló el fiscal.

“Durante la situación abusiva, Kaufmann instó a la víctima a no contarle a nadie sobre lo sucedido y le dijo que, si alguien se enteraba, ella iría presa por tener el doble de la edad de él”, señaló.

“Luego de concretar su conducta delictiva, la mujer se identificó con su nombre y apellido, le aseguró al adolescente que sabía cosas de él y le mencionó que estaba al tanto de que sus padres estaban de viaje, lo cual era cierto”, especificó Hereñú. “Si bien él no conocía físicamente a la condenada, cuando ella le dijo quién era, supo que se trataba de una persona con la que su padre había tenido un conflicto personal”, concluyó.