"Vicente no aparece y dudo que esté siendo buscado", dijo la ex mujer del narco prófugo
Elizabet Campos aseguró que es rehén del "aparato judicial", que la mantiene presa desde octubre de 2019, como "elemento de presión" para que su marido se entregue. La Cámara de Casación acaba de rechazar su excarcelación.
"Vicente no aparece y dudo que esté siendo buscado", dijo la ex mujer del narco prófugo
"Me encuentro privada de la libertad por ser la ex mujer de Vicente Matías Pignata, única razón que justifica mi detención", denunció Elizabet Yanina Campos en una carta dirigida a la opinión pública, que lleva su firma y la de su abogado defensor, Claudio Torres del Sel. En la nota, afirma que "el problema reside en que mi ex marido se encuentra prófugo de la justicia" y que por ello, su detención se ha convertido en un "elemento de presión" para que se entregue.
La carta se conoció esta semana, luego de que la Sala IV de la Cámaras Federal de Casación Penal confirmara la medida adoptada por el Tribunal Oral Federal de Santa Fe (TOF), que a fines del año pasado le rechazó un planteo de excarcelación y prisión domiciliaria.
"Jamás he sido investigada por infracción a la ley 23.737" de drogas "pese a lo cual, estando hoy procesada sin condena por un delito que resulta excarcelable, me tienen privada de la libertad", insistió Campos, que enfrenta cargos por lavado de dinero de origen ilícito y lleva un año y cuatro meses tras las rejas; alejada de sus hijos que son menores de edad.
Vínculo roto
"Vicente no aparece y dudo que esté siendo buscado", apunta la mujer, que se refirió a la "injusticia" de su detención dado que "personas en similar situación a la mía gozan de plena libertad", en referencia a sus consortes de causa.
También criticó los argumentos ofrecidos allá por marzo de 2019, cuando tras ser indagada le concedieron la libertad provisional, que le fue revocada a los pocos días, bajo el argumento de que no vivía en el lugar que fijo ante la justicia. "Para detenerme se inventó que había violado una libertad previa, algo absolutamente falaz", dijo.
En tanto, sostuvo que "la única que se preocupó por dar con el paradero de mi exmarido fui yo mientras pude y por dicho motivo se me revocó una prisión domiciliaria", obtenida el 1° de abril de 2019 cuando fue procesada por primera vez, y suspendida seis meses después cuando en octubre salió de su casa para encontrarse con Pignata, en una finca de La Guardia que estaba a punto de ser allanada.
La mujer de 31 años, que enfrenta cargos por lavado narco y que hasta el 13 de marzo de 2019 -día de los allanamientos en el country El Paso-, mantenía una relación de pareja normal con Pignata, asegura que dicho vínculo se encuentra terminado.
Futuro incierto
Asimismo, habla de una "cruel e inconstitucional" detención, y de "un aparato judicial que nada hace para ubicar a Pignata", por cuya captura internacional existe un pedido de recompensa. También expresó que siente "mucho temor por lo que me pueda ocurrir en el futuro" aludiendo a la "presión que ejerce la justicia" que podría llegar a "aplicarme una pena absolutamente injusta y desproporcionada".