Una jubilada de 87 años que vive en barrio Sargento Cabral -aunque algunos vecinos lo identifican como barrio San Roque- fue víctima de una pareja de delincuentes que, bajo el pretexto de "hacerse curar de un empacho" ingresó a su domicilio y le sustrajo varias pertenencias.
El hecho, que también puede entenderse como una variante del "cuento del tío", ocurrió días atrás en una vivienda de Güemes al 3500.
Todo comenzó cuando la damnificada se asomó por la ventana y advirtió que un hombre y una mujer estaban parados frente a su casa, con intenciones de tocar el timbre.
Por gentileza o por curiosidad la abuela les preguntó si necesitaban algo, en un gesto que resultó crucial para la historia. Fue entonces cuando la mujer que estaba en la vereda dijo que su compañero no se sentía bien, que estaba descompuesto.
Con el pretexto de "hacerse curar del empacho" los desconocidos ingresaron a la casa. Lo que sigue no es difícil de imaginar. Actuando de manera combinada los intrusos fueron "conversando" a la jubilada.
En rigor la "voz cantante" de la charla la llevaba el hombre que distrajo a la víctima haciéndola caminar por los distintos sectores de la vivienda. Mientras tanto, su compinche aprovechó para sustraer una billetera y distintos elementos de la casa.
Concretada la maniobra sus autores se retiraron a bordo de una motocicleta. Lo que no tuvieron en cuenta es que todo su accionar quedó captado por una cámara de seguridad que la víctima tiene en su propiedad.
Una vez que les "cayó la ficha" del engaño sufrido, el hecho fue denunciado en la seccional 5ta. de policía. En tanto, las imágenes del robo fueron viralizadas a través de distintas redes sociales.
"Apenas subí el video un montón de personas comenzaron a contactarme para decirme que ellas también habían sido víctimas de esta pareja. Me aclararon que la mujer no siempre comete los hechos con el hombre. Muchas veces actúa junto a otra chica. No solo en casas de familia sino también en negocios", comentó hoy la nieta a El Litoral.
Agregó que "el mismo día que publiqué el video me llamó un comerciante de Aristóbulo del Valle que había sufrido un robo por parte de esta mujer".
"El modus operandi es reiterado. Piden un vaso de agua o si las dejan pasar al baño porque alguna está descompuesta. Y las víctimas también se repiten. Casi siempre son abuelas, jubiladas o mujeres que viven solas", culminó.