Según pudo reconstruirse, tres malvivientes fuertemente armados ingresaron al local, ubicado en la cuadra de calle Belgrano al 1900, y rápidamente redujeron a dueños y empleados. Las víctimas fueron maniatadas, para que no obstaculicen el robo.
Una violenta banda de delincuentes asaltó este viernes por la tarde una conocida distribuidora de quesos ubicada en la zona céntrica de la ciudad de Santo Tomé, pero sus planes fracasaron y dos de los ladrones terminaron abatidos por la policía.
Según pudo reconstruirse, tres malvivientes fuertemente armados ingresaron al local, ubicado en la cuadra de calle Belgrano al 1900, y rápidamente redujeron a dueños y empleados. Las víctimas fueron maniatadas, para que no obstaculicen el robo.
No está claro si alguien llegó a activar la alarma o si algún vecino se percató de lo que estaba ocurriendo, pero lo cierto es que la Central de Emergencias 911 fue alertada sobre el hecho y en contados minutos una patrulla del Comando Radioeléctrico llegó a la escena.
Los asaltantes todavía estaban dentro del negocio cuando los policías irrumpieron. Se generó en ese momento una lucha cuerpo a cuerpo en la que se efectuaron los primeros disparos de arma de fuego. Uno de los uniformados sufrió una lesión en un ojo, porque uno de los rufianes gatilló muy cerca de su rostro. En los forcejeos, habrían logrado quitarle la escopeta a uno de los agentes.
El caos siguió afuera, cuando los delincuentes trataron de huir. Los vecinos escucharon al menos diez disparos de arma de fuego. Uno de los ladrones alcanzó a correr unos cincuenta metros antes de caer desplomado. Murió en la vereda. Estaba vestido con uniforme policial, tenía una pistola y también un equipo de comunicaciones similar al de la fuerza de seguridad.
Otro de sus cómplices estaba tirado frente a la distribuidora, en la calle. Un proyectil lo había alcanzado en la zona inguinal. A su lado había bolsos con dinero y un revólver, entre otras cosas. Una ambulancia lo llevó al Hospital Cullen, pero cuando arribó ya había perdido demasiada sangre y los médicos nada pudieron hacer para evitar su fallecimiento.
Cuando todo se calmó, uno de los policías que intervino en el operativo se percató de que el handy que llevaba adherido a su chaleco había recibido un balazo. El aparato posiblemente le salvó la vida, porque impidió que el plomo impactara en su tórax.
Santo Tomé. Asalto y muerte en una distribuidora céntrica
En la escena del suceso se hicieron presentes las máximas autoridades de la Unidad Regional I, pero todas las diligencias quedaron en manos de la División Judicial de la Unidad Regional I y de la Agencia de Control Policial (Asuntos Internos).
Por otra parte, el caso está en manos de los fiscales Ezequiel Hernández y Mariela Jiménez, de la Unidad de Delitos Complejos del Ministerio Público de la Acusación.
Personal de la Agencia de Investigación Criminal recorrió las inmediaciones en busca de cámaras de vigilancia y posibles testigos. Además, los peritos hallaron numerosas vainas servidas y proyectiles.
Mientras, la policía realizaba distintos procedimientos de rastrillaje para tratar de dar con el tercer malviviente.