Lunes 25.7.2022
/Última actualización 16:23
Una vecina de barrio Santo Domingo, ubicado el noroeste de la ciudad, sufrió quemaduras en diversas zonas del cuerpo y en el rostro luego de que le arrojaran agua hirviendo. Denuncia que todo comenzó cuando su vecina, hermana de la pastora que le vendió el terreno, le quiso correr el tejido 2 metros.
Hay dos personas imputadas por las "lesiones leves" y "lesiones leves agravadas" provocadas a Erica, de 23 años. Se trata de las hermanas Jerónima y Mercedes A., a quienes el juez Jorge Patrizi impuso medidas de distancia para con la víctima y su domicilio, prohibiciones de contacto y la fijación de domicilio.
Golpes y quemaduras
Según consta en la investigación, la víctima y su pareja "compraron" el terreno donde están viviendo a una pareja de pastores, a quienes abonaron primero $100.000 y luego cuotas mensuales de $20.000. A mediados de julio la mujer que vive al lado, hermana de la pastora, comenzó a reclamarles una parte de la parcela, lo que desencadenó el ataque del pasado lunes 18 de julio.
Junto a una hermana, la vecina increpó a Erica a través del tejido que separa sus viviendas. La joven de 23 años estaba con su hijo de 2 en brazos cuando las agresoras comenzaron a zamarrearla e insultarla, por lo que instintivamente arrojó a la criatura al piso en un intento por sacarla del medio mientras era golpeada. Luego recibió un puntazo en la mano, y logró separarse.
La víctima llevó a sus dos hijos a otra vivienda, para protegerlos, y regresó a su hogar. Eran cerca de las 15, y mientras caminaba vio asomarse a su vecina, que le dijo que se acercara a hablar "para arreglar las cosas". Así lo hizo, sin esperar que la mujer saldría a su encuentro con un jarro lleno de agua hirviendo.
Se lo arrojó directamente al rostro, pero el líquido no impactó de lleno en la cara de la joven gracias a que logró girarse. Sus gritos de dolor alertaron a los vecinos. Sufrió quemaduras en la espalda, el rostro, la nuca, los hombros y en el cuero cabelludo.
Imputación y libertad
Cuando la policía arribó al lugar, se encontró a Erica con el torso semidesnudo y varios vecinos ayudándola. La terminaron trasladando hasta el Hospital Iturraspe en un vehículo particular, porque la ambulancia no llegaba.
La causa cayó en manos de la fiscal en turno Jorgelina Moser Ferro, quien ordenó la detención de las hermanas agresoras. Atribuyó a Jerónima A. el delito de "lesiones leves dolosas" por el primer ataque a la víctima, tras lo cual convino con la defensa que recuperara su libertad con restricciones.
A Mercedes A. le endilgó la autoría de "lesiones leves dolosas doblemente calificadas, por alevosía y ensañamiento", tras lo cual solicitó que quedara en prisión preventiva. La defensora pública Sonia Bustos rechazó el planteo y cuestionó las agravantes.
El juez Patrizi dispuso la libertad de la imputada, tras analizar que si para la fiscalía no había peligros procesales que requirieran a prisión de Jerónima A., tratándose de la misma familia y el mismo contexto, no se puede resolver diferente en cuanto a la hermana. Además, rechazó la agravante de "ensañamiento" y señaló que al no contar con antecedentes condenatorios la pena en expectativa (que es de 6 meses a 2 años de prisión) será de cumplimiento condicional.