Lunes 25.10.2021
/Última actualización 10:18
Una tensa situación se vivió este sábado en la Unidad Penitenciaria N° 1 en San Cayetano, Corrientes, inaugurada en agosto de este año, cuando un grupo de presos, encapuchados y con armas de fabricación casera, inició un violento reclamo ante las autoridades del lugar. Al menos cuatro guardias fueron heridos, aunque ninguno de gravedad.
Según se vio reflejado en distintos videos reproducidos en redes sociales, los internos se desplazaban por uno de los pabellones centrales de la institución, ubicada sobre Ruta Provincial 46, entre Laguna Brava y Puente Pexoa, y se dirigían hacia el sector donde se encontraban los guardias penitenciarios.
“Esto es porque está haciendo mal las cosas la Policía. Estamos para hacer la guerra hasta lo último por las visitas. Están zarpados estos giles”, fue la advertencia que se escuchó de parte de uno de los reclusos.
Entre los cuestionamientos, además, se encontraría la calidad de los alimentos que reciben. El malestar también se habría generado después de una requisa en la que se secuestraron 120 pastillas.
Las imágenes fueron tomadas desde la zona interna del pabellón por los propios presos, muchos de los cuales no dejaban ver sus rostros y parecían dispuestos a enfrentarse a los efectivos penitenciarios para hacer oír sus reclamos, en caso de ser necesario.
De acuerdo a ese mismo medio, “a un cabo le tiraron un termo de agua caliente en la cara y otro tiene un golpe de palo en la mano y en rodilla”. Además, se secuestraron facas y muchas armas cortopunzantes, en un hecho donde habría existido un intento de toma de rehenes.
Muros afuera, familiares de los internos efectuaron un piquete sobre la ruta Nacional 12, con el objetivo de visibilizar un conflicto que, según trascendió, ya habría sido controlado el sábado por la noche.
GentilezaDe acuerdo a la información oficial brindada por el Gobierno de la provincia de Corrientes, la nueva Unidad Penitenciaria Nº 1 en la localidad de San Cayetano, inaugurada el pasado 9 de agosto, cuenta con capacidad para 720 reclusos y requirió una inversión de 1.900 millones de pesos en obras, que se ejecutaron en un plazo de 30 meses.
La descripción asegura que los internos están “perfectamente distribuidos en varios módulos funcionales por tipo de delito, conducta y condición de pena, buscando así respetar las normas y tratados de los derechos humanos, lo que permitirá que la interacción y estadía de los reclusos y los agentes de control sea en un buen clima, bajándose los niveles de tensión interna”.
Los operativos de traslado hacia esta Unidad Penal comenzaron el 25 de agosto pasado e incluyó a condenados masculinos que estaban alojados en la vieja penitenciaría ubicada sobre la avenida 3 de Abril, en la capital provincial.