Fin de semana de terror para algunos vecinos de barrio El Pozo. Es que durante todo el sábado y gran parte del domingo debieron soportar numerosos enfrentamientos a tiros en plena calle, el incendio de una finca precaria y corridas con la policía.
Tiroteos a toda hora, incendio de un rancho, un herido de bala y algunas personas detenidas. “Transa” de drogas y “venta” de parcelas, en el trasfondo de los incidentes.
Fin de semana de terror para algunos vecinos de barrio El Pozo. Es que durante todo el sábado y gran parte del domingo debieron soportar numerosos enfrentamientos a tiros en plena calle, el incendio de una finca precaria y corridas con la policía.
Si bien los incidentes hicieron un pico este fin de semana, la cuestión no es nueva. Todo comenzó a fines del año pasado cuando en un sector de la zona conocida como Los Alisos (donde antes estaba la parada de colectivos 2 y 9), comenzó a instalarse un asentamiento irregular.
“En principio arrancaron dos o tres familias y a los pocos meses ya eran un montón. En la actualidad son cerca de 200 familias las que residen en ese sector”, aseguran los vecinos.
Los conflictos entre quienes viven en el asentamiento están a la orden del día y los resuelven de la peor manera, esto es, a tiro limpio.
“¡¡La noche del sábado acá hubo más de cien tiros!!. Primero estaban con la música a altísimo volumen, pero cerca de la medianoche se cortó la música y comenzaron los problemas. Escuchábamos que se gritaban ‘putos... cagones... cobardes’ hasta que empezaron los tiros.
Llamamos a la policía y al rato vino un patrullero. Los agentes hablaron con algunas personas y se fueron. Pero enseguida volvieron los disturbios. Más tiros, más gritos y corridas. En un momento dado incendiaron un rancho donde había una mujer. Por ese hecho quedó acusado un tal ‘Mono’. También un joven resultó herido de bala en un pie. Yo ví como ‘rengueaba’ por la calle hasta que lo llevaron en un patrullero. Después la policía regresó y se llevó a varios detenidos”.
Pero no todo terminó ahí. Durante la tarde del domingo nuevamente comenzaron los disparos. Por el ruido te das cuenta que no es un revólver chiquito. Se tiran con todo, con armas de grueso calibre”, agregaron.
Al momento de analizar el motivo de tanta discordia, los vecinos hicieron una temeraria revelación.
“Acá hay mucha circulación de drogas. Y además hay algunos ‘personajes’ que te venden una parcela a 30 mil pesos. Mucha gente paga ese dinero y se instala. Aunque hay otros que se demoran en el pago y allí surgen los enfrentamientos”.
“Durante la cuarentena es impresionante la cantidad de gente que llegó. Nosotros veíamos como se instalaban día a día”, comentaron.
“Nosotros acá vivimos con miedo. La situación es desesperante. La noche del sábado mi esposa y mis hijos tuvieron que estar cuerpo a tierra por los tiros. Es una locura. No podemos salir a quejarnos porque enseguida vienen las represalias. (Ver Correo de Lectores)
A una mujer que se atrevió a denunciarlos le robaron los neumáticos de su auto. A otra vecina le tirotearon el frente de su casa. Sino tenemos que soportar miradas amenazantes, porque pasan delante nuestro y te señalan como diciendo ‘ya te vamos a agarrar’.
“Hicimos muchos reclamos, presentamos notas, juntamos firmas, pero nadie nos escuchó. Ni antes con Corral ni ahora con Jatón. No nos dan bolilla y ya estamos desesperados. ¿Qué están esperando... que maten a algún inocente?”. Hasta que eso no ocurra no van a tomar cartas en este asunto”, sentenciaron. (