Los gritos de Gisela Fiamaca despertaron a su vecina la madrugada del 19 de julio de 2020, un llamado desesperado al que la mujer acudió de inmediato. Cuando ingresó a la habitación, se encontró a la víctima sentada en la cama mientras su marido, en estado de shock, le sostenía una remera sobre la herida del pecho, de la que brotaba sangre. Al lado, en otra cama, estaba la hijita de 2 años del matrimonio, y la hija de 6 años de él.
Esa escena fue descrita durante el juicio por la policía que entrevistó por primera vez a la vecina, apenas un par de horas después del hecho, en inmediaciones de la vivienda ubicada en calle Tucumán al 4615 -barrio Santa Rosa de Lima-. La testigo dijo que Gisela le pidió que llamara a una ambulancia, ofreciéndole su teléfono personal, y que así lo hizo. Pero como tardaba mucho Gustavo Ponce de León, actualmente acusado por femicidio, fue a buscar a un tío de Gisela y juntos la trasladaron hasta el Hospital José María Cullen.
El personal policial del nosocomio señaló que cuando arribaron Gisela estaba desvanecida, y que su marido no hizo referencia a que tenía una herida en el pecho, sino que repetía que estaba "descompuesta". Eso mismo le había dicho al tío de la mujer durante el trayecto hasta el efector de salud, ya que el hombre manejaba el auto mientras Ponce de León sostenía a su esposa.
Los profesionales del Cullen hicieron lo posible para mantenerla con vida, pero el elemento punzocortante con el que fue atacada le había perforado el pericardio y llegado hasta el corazón. Gisela falleció alrededor de las 10 de la mañana.
El fiscal Estanislao Giavedoni señaló durante la lectura de los acuerdos probatorios que la víctima presentaba lesiones que podrían ser catalogadas como "defensivas". El tribunal conformado por los jueces Gustavo Urdiales, Pablo Busaniche y Luis Octavio Silva encabeza el juicio contra Ponce de León, acusado de "femicidio, también agravado por el vínculo", delito por el que se enfrenta a un pedido de pena de prisión perpetua. Su defensa, a cargo del Dr. Ignacio Alfonso Garrone, apuesta a la absolución.
Violencia de género
Otra de las policías que declararon durante el debate, que comenzó este martes, señaló que entrevistó oportunamente a la madre de Gisela, quien le dijo que el vínculo entre su hija y Ponce de León había comenzado en 2016 y que en 2018 se casaron sin avisarle a la familia.
Además, la mujer contó que solía estar pendiente de Gisela "porque no le tenía confianza" a su yerno, ya que en su entorno creían que la joven estaba atravesando una situación de violencia de género. De hecho, ante la policía la madre señaló que Ponce de León golpeaba a su hija, a quien solía ver con marcas en la cara y rasguños en los brazos, y recordó que Gisela le contó que en una oportunidad la arrojó de la moto en movimiento, mientras llevaba a su hijita en brazos.
La testigo también señaló que durante la entrevista la madre de la víctima le informó que Ponce de León consumía estupefacientes. A esto se le suman los resultados de los análisis realizados al hombre cuando fue detenido, que indicaron que tenía cocaína en sangre.
El debate continuará durante toda la semana con las declaraciones de testigos.