Al grito de "¡Allanamiento, policía!" asaltantes ingresaron a una vivienda rural cerca de Gálvez, maniataron a sus ocupantes, los golpearon y amenazaron con quemarlos. Tras una persecución vehicular y la posterior huida campo traviesa, dos hombres terminaron en prisión preventiva.
El violento episodio ocurrió la noche del viernes 22, cuando tres personas (un matrimonio y la madre de él) fueron retenidas durante más de una hora en su hogar, mientras un grupo de hombres revisaba el lugar y los golpeaba. Dos de ellos fueron aprehendidos horas más tarde en una estación de servicio de Barrancas, ubicada en el acceso a la Autopista Santa Fe-Rosario.
Los treintañeros Ariel Peralta y Reinaldo Morales López (de nacionalidad colombiana) fueron imputados por el "robo calificado" a un coleccionista de armas y su familia, tras lo cual este miércoles los fiscales Francisco Cecchini y Marcelo Nessier solicitaron su prisión preventiva, que fue dispuesta por la jueza Susana Luna. La defensa técnica estuvo a cargo de la abogada rosarina Nair Moreno.
Eran las 21.30 del viernes cuando un grupo de entre 4 y 6 hombres ingresó violentamente a la vivienda, al grito de "¡allanamiento, policía!". Vestidos con ropas oscuras, cubriendo sus rostros con tapabocas, usando gorras de policía y portando armas de puño cromadas de 9mm y 45mm, rápidamente comenzaron a revisar el lugar.
Preguntaban a los gritos "dónde está el viejo", y exigían que les indicaran en qué lugar tenían "la plata", "las armas" y "la falopa" mientras arrojaban al suelo a los tres ocupantes de la casa y comenzaban a maniatarlos. Los ataron con precintos y con cables y les propinaron golpes de puño y patadas, sobre todo al matrimonio.
Dejaban caos a medida que avanzaban por la casa, rompiendo y tirando todo a su paso. A las víctimas las amenazaron con quemarlos con el soplete o la plancha, y luego con meter a su mascota -una gata- en el horno pizzero. El suplicio duró más de una hora, hasta que una de las mujeres maniatadas recibió una llamada, los delincuentes se alarmaron y decidieron irse.
Fuga y persecución
Se llevaron joyas, dinero, y varias armas de gran calibre -ya que una de las víctimas es coleccionista-, y huyeron en el vehículo en el que arribaron, excepto dos de ellos, que se dieron a la fuga en el automóvil Volkswagen Gol de la familia. También se robaron un fajo de $ 13.500 doblado con una gomita, que sacaron de una cartera y que unas horas más tarde resultaría fundamental para identificarlos.
A las 22.50 la Comisaría N°13 de Arocena fue notificada de la entradera y de que algunos delincuentes se habían llevado el Gol, por lo que se apostaron sobre la Ruta Provincial N°80. Cuando vieron pasar al vehículo a toda velocidad, comenzaron una persecución que culminó cuando los asaltantes estacionaron en la banquina y salieron corriendo campo traviesa. Minutos antes de la medianoche comenzó el rastrillaje.
Pasadas las 4 de la madrugada, Peralta y Morales López llegaron a una estación de servicio de Barrancas, ubicada en el acceso a la autopista, embarrados y con la ropa mojada. Le pidieron a un empleado que les llamara un taxi, argumentando que estaban en Gálvez "de joda" y necesitaban volver a Rosario.
La policía arribó a las 4.40. Al ver los móviles, uno de los delincuentes le recriminó al empleado: "Vos llamaste a la policía". Los uniformados los revisaron, sus ropas coincidían con las que vestían los dos masculinos que abandonaron el Volkswagen en la ruta, y uno de ellos -el colombiano Morales López- llevaba entre sus genitales el rollito de billetes sustraído de la cartera, con el monto exacto.
En la audiencia de este miércoles los imputados decidieron declarar. Dijeron que la noche en cuestión estuvieron en una fiesta en Rosario y pasadas las 3 le pidieron a un conocido que los llevara hasta la casa de Peralta, en San Lorenzo, pero en lugar de hacerlo los dejó en la estación de servicio donde fueron aprehendidos.
La fiscalía les atribuyó la autoría del delito de "robo calificado por el empleo de armas de fuego (cuya aptitud para el disparo no pudo ser comprobada), en despoblado y en banda".
Al momento de solicitar la prisión preventiva, los fiscales Cecchini y Nessier se refirieron al peligro de fuga, señalando la manera en la que huyeron de la escena del hecho, la pena en expectativa de cumplimiento efectivo y que el colombiano ya posee una condena. También mencionaron la incompatibilidad entre las versiones que dieron en la audiencia y la brindada al empleado de la estación de servicio.
En cuanto al peligro de entorpecimiento probatorio, los funcionarios recordaron que Morales López aportó datos falsos cuando fue aprehendido y señalaron que "hay miembros de la banda prófugos". Además, aún no se ha encontrado la mayoría de los elementos sustraídos, entre ellos "armas de alto calibre (12/70) y de elevado precio, caras y peligrosas". La jueza Luna resolvió ordenar la prisión preventiva sin plazos.