Danilo Chiapello
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Ocurrió este domingo en la Grido de San Jerónimo y Crespo. Un delincuente redujo a los empleados y se llevó el dinero de dos cajas.
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Le dicen “Lamparita”. Y es un delincuente que tiene “alquilados” a los empleados de la heladería Grido, de San Jerónimo y Crespo, donde ya robó varias veces.
Su última incursión la concretó anoche y le demando cierta planificación. Es que el negocio en cuestión, debido a los constantes robos, atiende con la puerta cerrada. Entonces, obligado por las circunstancias, este malviviente debió aguardar su oportunidad.
Y el momento apareció con la llegada al lugar de un cadete que terminaba de hacer un reparto.
Cuando la empleada de la heladería le abrió la puerta al cadete, el rufián aprovechó e ingresó por la fuerza. Sin más, sacó a relucir un arma de fuego y tomó el control del lugar.
Bajo amenazas condujo a sus víctimas hasta la parte posterior del local donde se ubica un depósito. Una vez allí los redujo y los maniató con precintos plásticos.
Acto seguido sustrajo el dinero de la caja registradora. Pero no conforme con lo obtenido también arremetió contra otra caja que está empotrada en una pared, desde donde también sacó valores.
Logrado su objetivo, se retiró del lugar con rumbo incierto. Una vez más, “Lamparita” se salió con la suya.
Otros golpes
Autores ignorados concretaron un robo en la panadería Pérez, sucursal de 4 de Enero y Crespo.
Del hecho se supo ayer a la mañana cuando los empleados llegaron para trabajar y se encontraron con la puerta del local violentada.
Luego se constató que desde el interior del comercio faltaba una balanza y dinero en efectivo.
* Un caso similar se produjo en la mueblería Ciudad del Mueble, en Aristóbulo del Valle al 7100.
Uno o más delincuentes fueron los que violentaron un ventiluz y se ganaron al interior del comercio donde sustrajeron dos televisores de 21 pulgadas y varios teléfonos celulares.
* También en la mañana de la víspera se produjo un robo en la zapatería Arje, en San Martín al 1800.
Minutos después de las 8 testigos ocasionales dieron cuenta que el negocio en cuestión tenía la vidriera rota, motivo por el cual se comisionó personal policial.
Tras constatar el suceso se verificaron las cámaras de seguridad de la zona y poco después se detuvo a un hombre, de 35 años, el que tenía en su poder distintos artículos del comercio siniestrado.