El punto de partida es la oficina municipal de Turismo, en el complejo Obispo Mercadillo, frente a la céntrica plaza San Martín, desde donde a diario buena cantidad de turistas argentinos y extranjeros llegan para participar de esas visitas.
Uno de los recorridos se denomina `La Catedral y las Campanas`, circuito de la Córdoba Religiosa tradicional, que lleva a conocer las magníficas campanas de la imponente Iglesia Catedral, Nuestra Señora de la Asunción, cuyo comienzo de construcción data de 1580.
El recorrido urbano lleva por las iglesias más importantes del centro histórico cordobés, que incluye además los templos de Santa Teresa, Santa Catalina, Santo Domingo y la Basílica de la Merced, en un radio de cuatro manzanas.
En una suerte de viaje al pasado, se descubre la obra de la orden religiosa de los Jesuitas, que incluye la llamada "Manzana Jesuítica", declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en el centro cordobés.
Como atractivo particular tiene el recuerdo de que en la habitación 5 de la residencia de la Compañía de Jesús de Córdoba, en esa `Manzana`, se alojó entre 1991 y 1992 Jorge Bergoglio, actual Papa Francisco.
A esa pieza corresponde una de las seis ventanas abiertas en la larga muralla de piedra de la residencia, que da a la peatonal Caseros, próxima a la esquina con Vélez Sarsfield.
Al transitar por calle Obispo Trejo hacia los emblemáticos edificios, los guías recuerdan que los jesuitas llegaron a la ciudad de Córdoba en 1599 y la convirtieron en el centro neurálgico de su tarea evangelizadora, pedagógica y misional.
La ruta lleva al Museo Obispo Fray José Antonio de San Alberto, en el que el visitante puede observar el sótano donde funcionó la famosa imprenta jesuítica, la singular espadaña y la cripta con el osario, entre otros lugares y colecciones.
Tras cruzar la peatonal Caseros se llega a otro tesoro legado por los jesuitas: la Capilla Doméstica, que era un exquisito santuario que se supone terminó de ser edificado en 1668, y luego a la Iglesia de la Compañía de Jesús, cuya construcción data de 1640.
Entre Rivera Indarte y la ajetreada Avenida Colón, surge la cripta jesuítica del Noviciado Viejo, que se remonta a principios del siglo XVIII y que fue redescubierta casi por casualidad en 1989.
Se dice que hubo santos que caminaron por las calles de Córdoba, pero hoy son casi desconocidos, como San Francisco Solano, Santa Rosa de Lima, San Martín de Porres y Santo Toribio de Mogrovejo, que aunque no vivieron en estas tierras dejaron su impronta espiritual.
Esas historias surgen a medida que se camina por el circuito que une las iglesias de Santa Catalina de Siena (monasterio de clausura), Santo Domingo, Compañía de Jesús y Santa Teresa (monasterio de clausura).
Los Mártires Jesuitas, el Cura Brochero y su famoso hablar criollo también son parte de este recorrido, que también menciona la época fundacional y a la familia Tejeda, con las aventuras y desventuras del primer poeta nacido en el actual suelo argentino, en 1604: Luis José de Tejeda y Guzmán .
También hay un recorrido turístico cultural que permite conocer las órdenes religiosas que tuvieron un papel importante en la historia de Córdoba y Argentina.
Algunas arribaron en un primer momento junto a los conquistadores, con el fin de predicar el evangelio en las nuevas tierras, y otras lo hicieron cuando Córdoba había dejado de ser una ciudad colonial y se sumaba al curso del progreso.
El derrotero lleva por cuatro iglesias históricas completamente diferentes: Tras partir de la Plaza San Martín se llega a los templos Franciscanos, la Catedral de San Jorge, el Buen Pastor y de los Capuchinos.
Es un paseo a través de sus curiosas arquitecturas, entremezcladas con historias y relatos de hechos que configuraron con los años la identidad de la ciudad.