1 / 11 Hornero (Furnarius rufus) enredado hasta la muerte con un hilo de plástico, utilizado como material de nidificación. Foto: Pablo Cantador
2 / 11 Tortuga de laguna ( Phrynops hilarii) utilizando una bolsa de basura flotante como lugar para asolearse. Foto: Pablo Capovilla
3 / 11 Nido del género Sporophila construido 100% con tanzas de pesca de monofilamento. Foto: Gonzalo Sangiacomo
4 / 11 Biguá (Phalacrocorax brasilianus) con el anillo de seguridad de una botella entrampado entre el cuello y el pico. Foto: Damian Müller
5 / 11 Lagarto overo (Salvator merianae) con un anillo de seguridad de una botella estrangulándolo alrededor de su cuello. Foto: Pablo Asaroff
6 / 11 Mono carayá (Alouatta caraya) enredada en una red de pesca abandonada enredada en sus patas traseras. Foto: Romina Pavé
7 / 11 Tararira (Hoplias argentinensis) atrapada hasta la muerte dentro de una botella plástica cortada. Foto: Ruben José Roggio
8 / 11 Aramus guarauna (carrao) con un anillo de seguridad de una botella atascado entre su cuello y el pico, imposibilitándole la alimentación. Foto: Diego Emanuel Oscar
9 / 11 Benteveo (Pitangus sulphuratus) transporta una tanza de pescar para ser utilizado como material de nidificación. Foto: Cesar Machado
10 / 11 Biguá (Phalacrocorax brasilianus) ingiriendo (o intentando) una bolsa de la compra. Foto: Eduardo Torramorell
11 / 11 Hilos de plástico y guata sintética utilizados como material de nidificación por benteveo (Pitangus sulphuratus). El nido se construyó sobre una torre de comunicación. Foto: Fabiana Sosa